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PACHUCA, Hgo., a 27 de mayo de 2020.- Sería a finales de 2020 que se contaría con un diagnóstico que haría posible el diseño de alternativas energéticas para evitar la contaminación de aire, cielo y agua en la zona industrial de Tula de Allende.
Así lo consideró Horacio Riojas Rodríguez, director de Salud Ambiental del Centro de Investigación en Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
El especialista señaló que la situación de pandemia dejó en una etapa muy inicial el análisis de la situación y diseño de alternativas para actuar contra las fuentes contaminantes en la que resulta ser una de las zonas más contaminadas del país.
Refirió que, ya que se cuenta con información disponible para tal fin, sería a finales de este año que se contaría con el diagnóstico completo del caso de Tula y para 2021 sería posible comenzar a aplicar acciones destinadas a disminuir las fuentes contaminantes, aunque haría falta no solo participación social, sino, de manera más importante, voluntad política y financiamiento.
El porcentaje de población y territorio afectado por las emisiones contaminantes no es fácilmente calculable ya que, según el experto, ya que estos se dispersan, en el caso de los del aire, por la atmósfera y pueden contaminar varios kilómetros a la redonda, como es el caso de la Termoeléctrica de Tula, la cual consideró que es urgente que avance al uso de energías más limpias, ya que en la actualidad funciona a partir del uso de combustibles fósiles que, además de costosos, resultan en un impacto importante para la salud de las personas que viven en la zona.
En el tema de salud, agregó, se han hecho varios estudios sobre los efectos de los óxidos de azufre y partículas suspendidas y su relación con las enfermedades respiratorias, el asma o males como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), así como enfermedades cardiovasculares, efectos neurológicos y otras enfermedades causadas por la exposición continuada a tales contaminantes.
Transitar a fuentes más limpias como las eólicas y solares es la opción para disminuir la contaminación, señaló el especialista en cambio climático y salud.
No obstante, tras el freno a las inversiones para energías renovables impuesto por el gobierno federal, implementar la transición a las energías limpias podría no ser posible en los años venideros.
El Instituto, por su parte, participa en programas de gestión de calidad del aire a fin de aportar el conocimiento sobre contaminantes y el impulso de una agenda para disminuir contaminantes y mejorar calidad del aire.
En grupos interinstitucionales convocados por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, (Semarnat), antes de la emergencia sanitaria se trabajaba en mejorar la calidad del aire y disminuir fuentes contaminantes de suelo y agua, labor que quedó detenida por las restricciones de reunión.
Pese a ello, Horacio Riojas instó a mantener el tema en la agenda, ya que no se trata de acciones que puedan esperar.
El diagnóstico, dijo, no lleva demasiado tiempo, pero es importante voluntad política y financiamiento que se traduzca en inversiones para reducir las fuentes contaminantes, lo que implica recursos para la reconversión de las industrias, el mantenimiento de la planta de tratamiento y la parte de la restauración ambiental que implica campos de cultivo y reordenamiento territorial.