Ráfagas: Voracidad panalista
Twitter: @OswaldoRamirezG
<<Estamos peor, pero estamos mejor. Porque antes estábamos bien, pero era mentira. No como ahora que estamos mal, pero es verdad>>
Mario Moreno “Cantinflas”
Al puro estilo de “ni los veo ni los oigo”, nuestro Huey Tlatoani Andrés Manuel, se salió por la tangente el día de ayer cuando al final de la conferencia mañanera algunos periodistas le preguntaron sobre el caso de los jóvenes asesinados en Lagos de Moreno, Jalisco, la semana pasada. Un chiste que no pudo relajar el cuestionamiento salió fuera de lugar y reveló un dejo de mezquindad del mandatario. Quizás hubiese sido más conveniente ser parco en su respuesta, dejarlo para después, y retomar en una conferencia posterior el tema, para cuando ya se tuviesen mayores indicios del caso. Sin embargo, esta actitud, “chistina” fue chocante incluso para sus simpatizantes. Que decir de los clásicos rapiñeros de la derecha, quienes no dan una en su estrategia política y cada cual aprovecha un asunto de sangre para revictimizar a familias y sumarse hipócritamente a causas o manifestaciones que desconocen. La torpeza del prianismo hace de cualquier desgracia un caldo de cultivo macabro y penoso al cual se suben a través de los medios de comunicación vociferando indignación y sesgando el meollo de cada asunto, lo hacen con la desgracia de los padres de estas víctimas, como lo han hecho en cada oportunidad en la que todas las administraciones de todos los niveles de ayer y hoy tienen vela en el entierro.
En este juego vulgar el papel mediático de las televisoras Teidiotiza y TvApezta es fundamental, pues aplauden todo a la derecha mexicana. Con barrabasadas como “el virus comunista” a la voz del mayor payaso amarillista de la televisora del Ajusco o programas sensacionalistas y bizarros como el de la televisora de San Ángel con su versión de carne y hueso de “La casa de los dibujos”. El punto es enajenar, y lo mismo lo hacen los medios tradicionales que muerden en ansia para volver a las viejas glorias prianistas, como los de la nueva ola, esos que se asumen dentro de “Las bendidas redes sociales”. Ay de aquel que se atreva a cuestionar a nuestro líder tabasqueño, quien por lo general “tiene otros datos”, y que pese a que no lo admite sus colaboradores le doran la píldora. Tanto como para meter la pata en las estrategias de seguridad como en la descontinuar ciertos medicamentos psiquiátricos de uso indispensable para enfermos mentales, y sí en esto último hablo de Hugo López-Gatell, quien posiblemente tuvo una acertada estrategia para contener la pandemia pero que no admite que esta vez se equivocó y su error le está costando penurias la muerte de gran parte de este tipo de pacientes en todo el país. En fin “lo doctor no quita lo tontejo.”
Ahora bien, volviendo al punto inicial no todo es culpa de ANLO, pues pese a su chistecito este tipo de crímenes y su incierta resolución son el resultado de la falta de un trabajo conjunto, la complicidad, corrupción, abuso de autoridad e ineptitud, algunas más o en menor medida a nivel local en los Ayuntamientos, así como en las administraciones estatales. Estos hechos son lamentables, pero Andrés Manuel López Obrador no es omnipresente y no hay necesidad de deidificarlo, por mucho que la profecía de Krauze de denominarlo el “mesáis tropical”, tenga cierto grado de verdad. Si bien su estrategia blandengue de “abrazos no balazos” es una falacia a la que se le suman las impresiones y contraindicaciones que se le dan en su actuar a la Guardia Nacional en contra de la delincuencia organizada, en lo que toca al gobierno de Jalisco también lleva gran parte de responsabilidad.
En lo que va del presente año Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco suma cinco casos de desaparición forzada y un total de estos de 23 personas. En lo que va del 2023 ya son dos casos al respecto que se suscitaron en la carretera Lagos de Moreno-Encarnación, región de alta peligrosidad pues es parte de la disputa entre grupos delincuenciales. Por si fuera poco, la fiscalía estatal se ha declarado técnicamente incompetente y en declaraciones sobre este caso delega el seguimiento al fuero federal, dando por hecho que se trata de un expediente que rebasa sus capacidades mucho antes de iniciar las indagatorias.
Con todo y el chascarrillo fuera de lugar del presidente hay que cuestionar algo ¿Dónde están las declaraciones del gobernador jalisciense? Hasta este momento no existe ningún comunicado a este respecto. Su brillada ausencia cual calva de la que es característica su mollera, lo llevará a salir de su escondite para declarar incompetencia en medio de una abrupta gira de trabajo por el estado o bien se tomará “un descanso” como se le ha hecho habitual cuando surgen este tipo de problemas. Finalmente, la culpa es compartida por todos los niveles de gobierno, pero desde ahora circulan opiniones, hashtags y comunicados de la oposición “indignados” como no lo hicieron con Atenco o Ayotzinapa. Si bien es cierto el dolor y la indignación es indescriptible, más lo será si normalizamos este tipo de acontecimientos y peor aun si como sociedad nole exigimos de una vez a todos los niveles de gobierno que antepongan sus intereses, el miedo y su ineptitud y pongan manos a la obra. Cierto que este sexenio ha dado un paso adelante en varios rubros, pero nos están quedando a deber en el aspecto de seguridad; urgen estrategias eficaces contra la delincuencia. En fin, esto es México.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.