(W) Ecos Sindicales: Razonamiento Matemático
El viaje del Papa Francisco por Cuba y Estados Unidos no es casual, no tiene meros fines religiosos. Claro que la población católica de ambos lados de la Florida esperan la bendición de su líder, pero la unción vaticana también aspira a tocar los espíritus que mandan en Washington y La Habana.
MÉXICO, DF, 23 de septiembre de 2015.- Perdóname la cursilería; crudamente, me refiero a la labor invisible de Francisco en esta gira: allanar el camino entre Cuba y EEUU para lograr que ambos países se acerquen definitivamente y normalicen sus relaciones.
Y el Papa lo puede hacer. Históricamente El Vaticano ha estado cerca de los procesos políticos internacionales; y en buena medida ha participado de ellos. Como olvidar la injerencia del Papa Juan Pablo II en la liquidación del Estado soviético en Polonia, o la alianza de Pio XII con el nazismo. Pues bien, ahora la Iglesia tiene la oportunidad de hacer más bien que mal ¿Podrá ser? Lo sabremos con el tiempo, pero de que sabe hacer política de manera efectiva, sabe. Y en política nada es casualidad.
Si Francisco logra que EEUU levante el bloqueo comercial y económico contra Cuba, tendrá rendimientos con todos los países de la región, con México, por supuesto. Esto supone un golpe de varias bandas para El Vaticano. Empresarios y gobiernos de América podrán entrar a hacer negocios con la isla sin temor a ser sancionados por el Departamento del Tesoro, con el congelamiento de sus cuentas bancarias, por ejemplo. Así ocurre. Además ¿no querría la Iglesia apuntarse un triunfo moral en medio de su desprestigio por los casos de corrupción y pederastia? También, incrementar su influencia en las naciones que logren beneficios financieros por 117 mil millones de dólares que se liberarían con la terminación del “embargo cubano”.. Y ¿por qué no?, el cierre de la prisión de Guantánamo. Este sería su aporte innegable a la lucha por los derechos humanos en el mundo…. Vayan preparándole su Nobel de la paz y su lugar en la historia.
No, no es casual la gira del Papa por Cuba y EEUU. No lo es cuando hay tanta historia y dinero de por medio. El mundo observa, y ya que a Francisco le gusta tanto el fútbol, el balón está de su lado. Luego de 56 años, haga el milagro.
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