Subestimando a la presidenta
PACHUCA, Hgo., 31 de mayo de 2016.- ¿Continuamente te sientes triste y sin ánimo hacia aquello que solías disfrutar?
Experimentar cambios en los hábitos de sueño y alimentación: como dormir en exceso o presentar insomnio, disminución o aumento exagerado del apetito, mostrarse irritable, sentir un “nudo en la garganta”, albergar sentimientos de culpa, presentar poca energía y dificultad para relacionarse con los demás, son entre otros, síntomas de depresión, sin embargo, no todo el mundo los concibe como tal, un alto porcentaje de personas consideran que vivir así es “normal” puesto que llevan bastante tiempo con dicha sintomatología, y a pesar de no sentirse totalmente satisfechos con su estado en general, lo relacionan exclusivamente con alguna situación o inclusive como parte de su personalidad, esto aunado a la falta de información respecto a los tratamientos psicoterapéuticos y farmacológicos, y el estigma que aun en estos tiempos llega a representar el admitir que se padece depresión imposibilitan que quienes lo requieren accedan a un mejor nivel de vida al tratar adecuadamente esta enfermedad, si, la depresión es una enfermedad y tal cual debe ser diagnosticada y abordada.
La depresión puede ser exógena, es decir, estar vinculada a acontecimientos externos que la detonan: como un duelo, la perdida de empleo, crisis personales o familiares, el nido vacío, etcétera.
O endógena, y tener origen en cambios o deficiencias en el organismo, o bien ser la manifestación de otras enfermedades, en ambas puede volverse crónica, lo que significa aparecer e instalarse frecuente o permanentemente.
Es muy común que ante una persona “deprimida” quienes la rodean suelan, con las mejores intenciones, decirle que se anime, que se ocupe y no desatienda sus actividades, lo que se desconoce es que la persona que realmente está atravesando por un episodio depresivo lo último que tiene es ánimo, abarcando en casos más severos el abandono o descuido tanto de sus hábitos de higiene y salud, como llegando a desertar o ausentarse académica o laboralmente, por eso es importante que se considere seriamente el acudir a un profesional de la salud que pueda realizar adecuadamente su diagnostico.
A la depresión no hay que temerle ni debe ser motivo de vergüenza, las probabilidades de mejorar el estado de salud mediante un tratamiento medico y psicológico son muy altas y en menos tiempo de lo que puede creerse, además de que realizado en forma correcta no ocasionara ningún efecto adverso en la persona.
En su forma más grave la depresión puede conducir al suicidio, por eso, y porque todos tenemos el derecho de gozar de una buena salud física y mental es fundamental no ignorar ni señalar a quienes la presentan, en el mundo hay millones de personas deprimidas, y sólo una mínima parte es atendida profesionalmente, por lo que es necesario desmitificar los trastornos mentales e incrementar la conciencia respecto a su atención correcta y oportuna.
Vivir al lado de una persona deprimida puede resultar difícil y poco digerido, sobre todo cuando no se comprende como una enfermedad sino como una incapacidad emocional o debilidad de carácter, como en ocasiones llega a calificarse, por lo tanto, el profesional de salud que atienda al paciente también puede orientar a sus familiares sobre lo que verdaderamente ocurre y necesita una persona deprimida.
Así como hay casos en los que ésta no ha sido detectada y tratada, también es alto el índice de personas que vuelven a experimentar alegría, jubilo, entusiasmo, energía y recuperan un mejor estado de salud, que les permite pensar, sentir y actuar en el sentido correcto, el de disfrutar de la vida y de lo que tienen y son. La vida indiscutiblemente nos presentara retos, pendientes y quizá obstáculos, pero, cuando se tiene salud es menos complicado enfrentarse a ellos o darse por vencido.
Por otra parte, también está la Psicoterapia, a través de esta es posible abordar temas inconclusos o experiencias dolorosas y aprender a mirarlas distinto, y llegar a percibir e interpretar el pasado, el presente y el futuro como una oportunidad para crecer y continuar, y no como un sufrimiento o ansiedad que limitan el uso de recursos propios para detectar cuando se está bien o cuando se necesita actuar para volver a estarlo.
¿Estás deprimido? Puedes acudir a un centro de salud o en forma privada a un especialista de la salud, y si, es probable que al estar deprimido tu capacidad de juicio y la intensidad de tu entusiasmo por la vida hayan disminuido, pero, escucha a esa parte sana que hay en ti y solicita ayuda, o si sabes de alguien que parece estar deprimido sin saberlo canalízalo con quien pueda atenderle, no creamos que la depresión se pasa solo con el tiempo, por el contrario, esta suele incrementarse en tiempo e intensidad, la depresión es una enfermedad no una elección personal, no es un defecto ni una debilidad y casi todos, sin importar la edad podemos llegar a experimentarla, inclusive los niños, por eso es imprescindible fomentar el pensamiento positivo y actividades que favorezcan la salud mental, hablar de lo que sentimos, expresar las preocupaciones, manejar el estrés, desarrollar y fortalecer la autoestima, alimentar los vínculos significativos y propiciar momentos de esparcimiento y sana convivencia familiar y social.
En la prevención y el cuidado de la salud mental participamos todos.
@Lorepatchen
Psicoterapia y Coaching
Entre géneros, jueves 8 PM por 98.1 FM