Así no, presidenta
PACHUCA, Hgo., 27 de abril de 2016.- ¿Se sienten tus hijos desplazados por tu celular?, para nadie es asunto nuevo el incremento que en los últimos años ha tenido el uso de estos aparatos, cada día es menos usual utilizarlo varias horas al día, algunas personas no tienen de hecho conciencia de cuánto tiempo lo ocupan, porque para ellas es normal traerlo consigo todo el tiempo y aunque no pasen concretamente horas frente a este, su uso es regular durante todo el día.
Sí, el celular se ha vuelto parte indispensable de ciertas actividades que realizamos, y para muchos es una herramienta más de trabajo, el problema no es esto, sino el excederse a tal grado que se descuida el ejercicio de otros roles, o se contamina la convivencia real con los hijos, entre la familia o personas significativas.
¿Qué piensan los menores del teléfono celular de sus padres? Algunos lo ven como parte de sus padres, porque así ha sido toda su vida y porque ellos también ya tienen el propio, así que cada cual hace su vida con su teléfono móvil, disminuyendo la convivencia y la comunicación afectiva y efectiva entre ellos, otros, sin embargo, se sienten tristes o molestos ante esta situación.
Se sienten DESPLAZADOS: “mi mami no me hace caso”, “mi papi habla todo el tiempo por teléfono o se la pasa jugando en este”… La adicción al uso del celular es como otras adicciones, se cree que puede controlarse o dejarse cuando así se elija, y generalmente el adicto es el último en reconocer lo que le está sucediendo.
¿Qué hacer? Tomar conciencia, autoregularse, marcar horarios, tiempos, determinar que sí y que no se va a atender durante la convivencia con los hijos, hablar con ellos en caso de que realmente no se pueda apagar o dejar de lado el celular, esto en caso de que se utilice como medio de trabajo, pero, si el motivo es estar atendiendo redes sociales, o “jugando” entonces si es necesario ponerse un alto.
El tiempo pasa rapidísimo, las necesidades afectivas de los niños y las niñas forman parte de las necesidades básicas de todo ser humano, enviar dobles mensajes lastima y confunde a cualquiera, decir te quiero no basta, hace falta demostrarlo compartiendo tiempo con ellos, escucharlos con atención, mirarlos a los ojos, abrazarlos, jugar con ellos.
El celular va a seguir ahí después de dedicarles la atención y el cariño que requieren y merecen. Pero, los hijos no, los hijos van a crecer con la idea de ser poco queridos en su hogar o sintiéndose ignorados, y esto no sólo genera consecuencias en el presente, sino que lo hace en su forma de mirarse y relacionarse también en el futuro.
Así, que si nos encanta utilizar el celular está bien, siempre y cuando no sea tanto como para descuidar o lastimar a aquellos a quienes amamos.
@Lorepatchen
Entre Géneros, jueves 8 PM por 98.1 FM
Psicoterapia y Coaching