Ráfagas: Otra más de la CAASIM
Reconociendo la violencia en las relaciones de pareja
PACHUCA, Hgo., 14 de septiembre de 2015.- Es muy distinto tener una relación de pareja en la que por razones de convivencia se presentan diferencias o en la que en algún momento se debe encarar y solucionar conflictos a vivir una relación como si esta fuera un campo de batalla, sintiendo temor o resentimiento hacia la pareja.
El problema de sufrir por amor no es el amor sino la definición que se tiene de este, y es que en tanto se le relacione con el dolor se seguirán alimentando creencias muy poco saludables para construir relaciones libres de violencia, porque esto, entre otros factores, es lo que lleva a normalizar ciertas actitudes violentas en las relaciones de pareja.
El daño físico o emocional no deben subestimarse sino advertirse, y comprender que por encima del bienestar de una relación o del amor que se sienta hacia otra persona están el bienestar personal de cada uno de sus integrantes y el amor propio que cada uno debe tenerse.
Una relación sana es una relación libre de violencia, no hay mas.
Si en la relación se presentan situaciones de control, manipulación o poder que lastiman a uno de sus integrantes es una relación en donde hay violencia.
Para reconocer algo hay que darle un nombre, por lo tanto, saber que es la violencia es lo que nos permitirá prevenirla o advertirla, por eso, es necesario saber y tener claro que la violencia es todo acto u omisión que ocasiona dolor y sufrimiento, y que no solo son actos de violencia las manifestaciones físicas o los golpes, sino que también lo son los actos y las palabras que sin dejar huellas visibles lastiman profundamente a una persona.
Las burlas, las bromas pesadas, los apodos, el subestimar la inteligencia o las capacidades de una persona, el aislar a la pareja de otros afectos, prohibir el trato con amistades o familiares, condicionar la relación o el cariño, el negar el apoyo económico, el no respetar la intimidad y revisar el celular u otros artículos personales o supervisar horarios y acciones de la pareja, castigarle con la indiferencia… todo esto, entre muchas otras manifestaciones más son violencia.
Un gran número de mujeres jóvenes viven violencia en sus relaciones de pareja, pero, esto no es exclusivo de una edad determinada, ni de situaciones socioeconómicas o del estado civil, y también hay hombres víctimas del maltrato de su pareja.
La violencia en la pareja ocurre y no debemos negarnos a admitirlo, sino que necesitamos detectarlo a tiempo y detenerlo. Y aun mejor, prevenirlo. Reeducarnos como adultos y educando a los y las jóvenes para relacionarse desde el respeto y el amor.
El amor y vivir en pareja o tener una pareja debe ser una experiencia gratificante para ambos integrantes de la misma, que implica mirar y saber que la persona que camina al lado nuestro es tan valiosa como lo somos nosotros, que los derechos y necesidades de uno y otro son igualmente importantes, y que no se obtienen derechos sobre nadie por el hecho de ser pareja.
Si una persona te ama estará a tu lado porque así lo decide, y puede y tiene el derecho a cambiar de opinión, pero, si está a tu lado no te pertenece ni debe “demostrar” su amor tolerando o soportando lo que le hace daño.
Amar a otra persona es respetar su esencia, acompañarle a descubrir sus recursos para crecer y mejorar en todas las áreas en las que se desenvuelve, es aceptarla y no querer convertirla en una extensión de lo que uno es… En realidad, una relación de pareja es una comunión entre dos personas y nunca debería ser motivo para considerarse superior al otro… Y mucho menos, para violentarle.
@Lorepatchen
Psicología y Coaching
Entre Géneros Jueves 8 PM por 98.1 FM
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