(W) Ecos Sindicales: Razonamiento Matemático
PACHUCA, Hgo., 27 de agosto de 2015.- De cara a los procesos electorales del 2016, los tres partidos hegemónicos cambian sus piezas directrices con el deseo que les vaya mejor en los siguientes años esperando la nueva designación presidencial del 2018.
Es así que al PRI llega el experimentado Manlio Fabio Beltrones Rivera; al PAN, Ricardo Anaya Cortés; mientras que el PRD no designa presidente aún – será a finales de septiembre que se dé a conocer el nuevo líder –, pero todo indica que será entre Fernando Belaunzarán, Beatriz Mojica, Víctor Hugo Romo y Luis Sánchez Jiménez.
Con estos cambios, poco podemos esperar de la oposición que sólo simulará una ligera protesta ante las designaciones del Ejecutivo Federal, por lo que la complicidad será una constante entre la triada de partidos que dará anuencia, casi es un hecho, a todo lo que se designe y se pida desde Los Pinos.
Sin duda quienes salen más beneficiados y fortalecidos con estos movimientos son los tricolores porque de todos es conocida la capacidad y experiencia política de Beltrones Rivera a la hora de los acuerdos y las negociaciones por lo que su colmillo largo y retorcido será importante a la hora de buscar consensos con sus pares del PAN y del PRD.
Es por esa razón que todo el respaldo está dando a este nombramiento el presidente Enrique Peña Nieto, por lo que no se duda un solo momento que Beltrones será el alfil más importante que tendrán Los Pinos para sacar los acuerdos que beneficien al gobierno federal.
No es para menos que nada esperemos diferente en el país más que simulación partidista de una oposición desfigurada y dividida en su interior debido a las malas decisiones que se tuvieron en el pasado con el famoso Pacto Por México que fortaleció, por un momento, la figura de Peña Nieto y debilitó al PAN y al PRD que estuvieron de acuerdo en la aprobación dentro del Poder Legislativo de las reformas estructurales tan cuestionadas y poco efectivas que salieron de la triada PRI-PAN-PRD.
El PAN salió debilitado de la presidencia de la República tras los sexenios de Vicente Fox y de Felipe Calderón, por lo que esperaron que con el Pacto Por México lograrán demostrar su colaboración para sacar al país adelante sin medir consecuencias, por lo que Acción Nacional pasó de ser gobierno a sólo un comparsa cómodo para Enrique Peña Nieto.
Ricardo Anaya, es su nuevo líder. Sin embargo, se le cuestiona su juventud y poca experiencia política ante Beltrones que se lo comerá vivo y aprovechará que los azules necesitan acuerdos por lo que podrán aceptar cualquier cosa que los ayuden y beneficien para sus objetivos.
La división es notoria en el PAN, esa se vivió en el proceso electoral que tuvieron para negociar su presidencia entre Ricardo Anaya y Javier Corral, donde el joven panista tuvo los consensos del ala más conservadora del partido que dejó sin opción a un revolucionario Corral que se quedó con las ganas de transformar a Acción Nacional.
Anaya tiene ganas de hacer bien las cosas, pero pocos piensan que será un partido en realidad de oposición para el PRI porque Ricardo ponderará los acuerdos, consensos y negociaciones en vez de ser negativos y poco propositivos a la hora de la verdad.
Del PRD poco podemos decir. Para empezar el debilitamiento de la corriente dominante en los últimos años es notoria. Nueva Izquierda, conocidos como Los Chuchos (Jesús Zambrano y Jesús Ortega como líderes), ya poco controlan al partido que ha visto la fuga de militantes y de políticos de gran prestigio a otros lados por culpa del patriarcado enfermizo de dicha tribu que es conciliadora y negociadora pero que perdió toda credibilidad al aceptar el Pacto Por México.
Las corrientes de Los Chuchos e Izquierda Democrática Nacional, en menor medida han divido al partido, por lo que han optado por la negociación con el gobierno federal hecho que les ha causado la nula credibilidad de ser oposición.
Aunado a esto, el nacimiento del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), de Andrés Manuel López Obrador, les ha debilitado todavía más porque la gente mira a este partido como la verdadera izquierda y oposición al régimen federal.
Nadie les cree al PRD, por lo que en septiembre que vienen sus cambios partidistas se espera que poco pase porque ni Belaunzarán, Mojica o Romo ofrecen cambios reales y a esto le sumamos que Los Chuchos quieren dejar en el puesto a un alfil a modo de sus intereses en la presidencia del partido donde ellos impulsarán a Luis Sánchez Jiménez, dirigente de Alternativa Democrática Nacional (corriente a fin de Los Chuchos), como líder de consenso y supuesto candidato neutral entre las otras tribus que han secuestrado al sol azteca desde hace muchos años.
En resumen, para que quede claro y nadie se confunda, los tres partidos harán una triada que será la continuación del Pacto Por México, porque ni el PRD o el PAN ofrecen ser oposición al gobierno federal y menos tendrán un político a la altura del nuevo líder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, que les dará la vuelta a los perredistas y panistas quienes por cierto tienen la mente en otro lado porque ellos buscan hacer alianzas electorales en 2016 y quizá en 2018.
Twitter: @yuriruizarriaga