Ráfagas: ¿Malos manejos en la Comisión de Búsqueda de Personas?
PACHUCA, Hgo., 24 de julio de 2015.- Es lógico que para la Concacaf representa mucho más que México o Estados Unidos juegue la final de la Copa de Oro, pero los americanos no consiguieron pasar sobre Jamaica y a como diera lugar tendría que apoyarse a los tricolores aunque las formas no gusten y así llegaron los tres controvertidos penales que los tiene a punto de alzarse con este torneo de medio pelo.
Quizá sea reconfortante para muchos este campeonato después de la decepcionante actuación en la Copa América donde la soberbia del técnico mexicano, Miguel Herrera, al asegurar mínimo que se jugaría la semifinal con un equipo B, y por eso se vieron obligados en ganar como sea, pero al ver que no proponían fútbol vino la mano de Concacaf y de allí la penosa historia que todos conocemos.
Y es que México no fue capaz de jugar mejor que ninguno de sus rivales, quizá de Cuba pero, con respeto, cualquier equipo le podría haber ganado a los caribeños. Después puros partidos para el olvido porque no se fue más que Guatemala, Trinidad y Tobago.
Y que decir que en cuartos de final nos hecho una mano el árbitro guatemalteco Walter López, a un minuto del final de los tiempos extra contra Costa Rica, con ese descarado clavado de Oribe Peralta y luego la ejecución de Andrés Guardado, para venir esos festejos exagerados del jugador y del técnico Herrera pero pues como no si estaba salvando la “chamba”. Los románticos y enamorados de la selección y del Piojo dijeron que los ticos nada hicieron para ganar y por eso fue justo el triunfo aunque se cuestione la forma.
Es entendible que el árbitro se puede equivocar para ambos lados. Pero sin duda que a México lo cuidan en la Copa de Oro y de la misma manera a Estados Unidos. Que México jugó mejor, que merecían la victoria, frases comunes y conformismo. Y así se llegó a semifinales con un regalo enorme.
Hay muchos que defienden al Piojo por poco o nada que ha hecho en el fútbol, tampoco tienen mucho para presumir ¿o sí? Me parece que es muy «amolado» pensar que como nada tenemos como técnicos que se quede Herrera. ¿Pues a tan poco aspiramos? Eso, perdón, pero es mediocridad así sin más adjetivos. Yo me inclinaría por Ricardo Ferreti, y si gana la Copa Libertadores nadie lo detiene para ese puesto. El fútbol mexicano se maneja por modas y en su momento Herrera estaba de moda, pero ahora ya no y con este tipo de triunfos la cosa esta peor.
Sostengo que Herrera no hecho nada en la selección. Que Televisa siga vendiendo ídolos de barro es distinto, que Herrera era el técnico de moda en ese tiempo es diferente. Que ya fue su tiempo, lo confirmo y lo afirmo. Que pensamos que no merecemos algo mejor eso es lo preocupante y hasta conformista. ¿Qué hizo Herrera diferente en Brasil? Nada que no sea lo mismo que cada mundial. Y, porque hay tiempo para el otro proceso de 2018, es momento de cambiarlo y no hacerlo en plena eliminatoria cuando menos se la crean los jugadores que este señor es el técnico que México espera.
Tampoco ha hecho mucho Herrera para estar en la selección. El estar en el América lo llevó a ese lugar y pudo haber sido Herrera u otro el entrenador de las Águilas porque allí llegó no por su currículum y sí por haber dirigido al equipo de televisa, pero por eso debemos estar a morir con él aunque mal jueguen y ganen de panzazo o estén allí, en semifinales y final porque pesa más en la Concacaf y en un torneo chafa como la Copa de Oro, México que Costa Rica o Panamá.
Y por si había dudas de que se defiende a México, hay que ver el penoso arbitraje del estadounidense Mark Geiger, primero perdona tarjeta roja a Carlos Vela y cuando tuvo la oportunidad expulsa al panameño Luis Tejada y luego los penosos penales a favor del tricolor.
Y que decir de Andrés Guardado que tuvo la oportunidad de glorificarse ante México y el mundo, pero tuvo miedo de pasar a ser héroe, todos ahora critican que no haya fallado el penal y, quizá todos lo estuvieran criticando igual por haber hecho del juego limpio una realidad.
Por ahí leí que un danés de nombre Morten Wieghorts falló un penalti en un cuadrangular contra la selección de Irán y, fue corriendo a su entrenador Morten Olsen para pedirle tirar afuera el balón pues un jugador de Irán creyó escuchar un silbatazo del árbitro y fue de la tribuna, y al tomar el balón con las manos se marcó el penalti ante los reclamos de Irán pero el silbante no cambió de decisión y cuando lo pateó lo mandó despacio y a un costado lo que le valió los aplausos de todo el mundo y un reconocimiento de la vilipendiada FIFA y ahora esa jugada se conoce el penalti Wieghorts, así unos le llaman «a lo Panenka» la forma de cobrar solo punteando el balón.
Guardado sería un ídolo del fair play y México un icono mundial de la honestidad en el deporte ahora que necesitamos que alguien nos aplauda por algo en un país tan criticado por la corrupción, violencia, crisis política y demás, pero a Guardado le faltó encumbrarse en la historia como un crack. Claro que la culpa no fue suya de marcar-cobrar y meter el penal. Pero la decisión sí fue suya.
Twitter: @yuriruizarriaga