Ráfagas: Otra más de la CAASIM
PACHUCA, Hgo., 29 de septiembre de 2015.- “Voy por todo”, advirtió el ex diputado federal, José Antonio Rojo García de Alba, aludiendo al acelerado proceso interno que se vive en el PRI para buscar el sucesor del gobernador Francisco Olvera Ruiz, cuyo quinto informe fue el banderazo de salida que algunos ‘aspirantes’ aprovecharon para intensificar su proselitismo, lo mismo en algunas regiones del estado que en las redes sociales, donde incluso se perciben ‘logros’ legislativos que se asemejan más a slogans de campaña.
Heredero de una dinastía ligada al cacicazgo que durante décadas controló la vida política en Hidalgo, la cual fundó Javier Rojo Gómez y posteriormente hegemonizó Jorge Rojo Lugo (ambos ex gobernadores de Hidalgo), José Antonio Rojo (al igual que otros aspirantes) busca por tercera ocasión la candidatura del PRI al gobierno Hidalguense.
Antes hizo lo propio durante el sexenio de Manuel Angel Núñez Soto (1999-2005), donde José Antonio Rojo arrancó como secretario de Gobierno, cargo en el que duró apenas unos meses, “debido a su pobre desempeño”, confesaron algunos, aunque otros más atribuyeron su salida debido “a que nunca estaba en la oficina, y eso molestó al gobernador Núñez Soto”.
Sin embargo, saliendo al paso de los rumores, Rojo dice que su salida fue porque “me incorporé a la campaña de Francisco Labastida (candidato presidencial del PRI en el 2000)».
En el pasado proceso interno para seleccionar candidato a gobernador del PRI, las condiciones estaban dadas para Francisco Olvera Ruiz, quien arrancó el sexenio de Miguel Ángel Osorio Chong (2005-2011) como secretario de Gobierno, y posteriormente se convirtió en alcalde de Pachuca, desde donde apuntaló su candidatura al gobierno de Hidalgo con el apoyo de la estructura de su partido.
Pero horas antes del registro de Olvera Ruiz como candidato, José Antonio Rojo se rebeló, alborotó a sus seguidores y los citó en el lienzo charro de Pachuca donde realizó un mitin para advertir que pese a no contar con el apoyo de los grupos políticos de su partido, se registraría como candidato al gobierno de Hidalgo, y pidió a sus seguidores (que coreaban su nombre) seguir hasta el final.
Al día siguiente, desde el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), encabezado entonces por Beatriz Paredes Rangel, vino la llamada de atención para José Antonio Rojo, quien tras reunirse con Paredes, Olvera y Osorio, decidió al final declinar en sus pretensiones de ser candidato del PRI. Eso sí, para el siguiente proceso electoral José Antonio Rojo fue incluido en la lista de candidatos a diputados federales.
Sabedor de que es la tercera y quizá su última oportunidad, José Antonio Rojo dice durante una entrevista concedida al Sol de Hidalgo:
“Me esforzaré por que se cristalice mi empeño (ser gobernador); voy por todo. El proyecto por la gubernatura lo impulso yo, y están contenidos muchos anhelos de Jorge (su hermano) y muchos amigos más».