Ráfagas: ¿Malos manejos en la Comisión de Búsqueda de Personas?
PACHUCA, Hgo., 7 de septiembre de 2015.- Dos semanas después de que el ex diputado federal del PRI, Gerardo Sosa Castelán, abrió la posibilidad de participar como candidato ciudadano al gobierno de Hidalgo en 2016, el Congreso local apresuró una reforma al Código Electoral, para evitar que aspirantes a esta vía tengan vínculos con los partidos políticos.
El efecto de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” quien apaleó a la candidata del PRI al gobierno de Nuevo León, prendió los focos rojos en algunas entidades, entre ellas Hidalgo, donde se manoseó el código electoral para evitar una sorpresa en el 2016.
El pasado viernes el Congreso local aprobó regular las candidaturas ciudadanas en Hidalgo, que en teoría, parece más un mensaje y un freno a los eternos aspirantes del tricolor al gobierno de Hidalgo, quienes al ver disminuidas las posibilidades de ser postulados en el PRI, recurran a la vía ciudadana como alternativa para presionar a su propio partido.
Por ejemplo, uno de los candados impuestos refiere que los aspirantes a la vía ciudadana no debieron participar en procedimientos internos de selección de candidatos de partidos políticos, dentro de los dos procesos locales electorales inmediatos anteriores.
El requisito en si, lapida las aspiraciones de más un interesado en jugarle las contras a su partido, entre ellos Gerardo Sosa Castelán, quien buscó la candidatura del PRI al gobierno de Hidalgo en el penúltimo proceso interno (2005), y tras no lograrlo, lo convirtieron en dirigente estatal del tricolor.
Misma suerte correrían los hermanos Rojo, (Jorge y José Antonio), quienes buscaron abanderar la causa del tricolor en la elección al gobierno estatal en 2011, y al no lograr su cometido negociaron con la cúpula de su partido dos diputaciones federales.
El mensaje enviado desde el Congreso local, también estaría dirigido al senador Omar Fayad Meneses, quien si bien ha dejado en claro que “no seré el Bronco de Hidalgo”, sus adversarios y algunos analistas lo ubican en esa posición.
José Antonio y Jorge Rojo, así como Gerardo Sosa Castelán y Omar Fayad ya fueron dirigentes estatales del PRI, situación que se aborda en la reforma hecha al artículo 247, la cual establece “que los dirigentes de los partidos políticos no podrán solicitar su registro como candidatos independientes, a menos que se separen de su cargo partidista con tres años de anticipación”.
En este caso, la cuarteta de priistas no tendrían ningún problema para saltar éste requisito, ya que tienen más de tres años de haberse separado de dicho encargo.
Twitter: @AlexGalvezQ