Radar Político: Parra, se adorna…
MÉXICO, DF, 18 de mayo de 2015.- La prensa estadounidense comienza a darle cada vez mayor atención a las aspiraciones del exgobernador de Florida, Jeb Bush a la Presidencia de ese país, y abiertamente aceptan que está lejos de ser un secreto y, aunque aún no haya hecho oficial su candidatura y ha comenzado una campaña de facto en la que esta semana ha tenido que hacer frente a uno de sus mayores obstáculos: su propio hermano.
Y como culparlo, las políticas del expresidente George W. Bush (2001-2009) pueden resultar una losa en el camino de su hermano pequeño hacia la Casa Blanca, especialmente las concernientes a la guerra de Irak, cuya legitimidad ha causado más que interrogantes.
El muy probable aspirante republicano a las elecciones presidenciales de 2016 ha sufrido varios reveses en los últimos días después de que, en una entrevista con el canal televisivo conservador Fox News, asegurara que hubiera seguido los mismos pasos de su hermano George y hubiera invadido Irak.
Después de esa intervención, los medios estadounidenses pusieron en la mira a Bush, quien vio cómo todos sus actos públicos terminaban en un mismo destino, Bagdad.
El exgobernador tuvo que recular en sus declaraciones, sobre las que más tarde dijo haber entendido mal al entrevistador, para después negarse a responder a “preguntas hipotéticas” por respeto a las familias de los soldados que habían muerto en el conflicto.
Sin embargo, la polémica continuó causando comezón e incomodidad en un acto en Reno (Nevada), donde, en un encuentro con ciudadanos, un asistente le reiteró que aspirar a la Presidencia de Estados Unidos implica valorar muchos casos hipotéticos, para terminar enfrentándose a la afirmación de una estudiante: “Su hermano creó el Estado Islámico”.
Ante la presión creciente y las opiniones encontradas que aún suscita en EUA la guerra de 2003, el equipo de Bush no tuvo más remedio que enfrentar el problema de una forma más directa.
“Es muy difícil para mí decir que sus vidas se perdieron en vano”, dijo respecto a las bajas estadounidenses en el conflicto, de hecho, no lo fueron”.
Vaya difícil empresa en la que se metió el Junior de la dinastía de presidentes al querer lograr lo que en fútbol se le llama un hat trick presidencial, y es que además de lidiar con la muy cuestionable gestión de su hermano, este también es acusado de incluso de ser el artífice de lo que podría ser la maniobra maquiavélica más perversa de la historia reciente, si es que fuera real la teoría de la conspiración que lo responsabiliza de haber fraguado el ataque del 11 de septiembre de 2001. Son varias las teorías en torno a estos atentados pero tal vez la que tiene mayor sustento científico es la siguiente:
Según los teóricos, resulta totalmente imposible que un avión del tamaño de un American Airlines provocase los pequeños daños que provocó en el Pentágono, que el agujero que creó el impacto fuese de tan pocas proporciones (en el agujero apenas cabría la cabeza del avión), que las mismísimas leyes de la física no responden a los resultados de un impacto como el que un avión tendría allí y que, entre otras tantas cosas, golpeara exactamente una zona que, por coincidencia, estaba vacía y en reformas. Hay quienes afirman que en realidad se trató de una explosión desde el interior mismo de la estructura.
Como quiera que sea, todos estos factores le han minado a Jeb Bush el camino a la contienda hacia la presidencia. ¿Lograra la candidatura?