
Letras Minadas: Paco Olvera, quiere entrar a Morena
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de febrero de 2016.- Amnistía Internacional (AI) tiene como objetivo la organización y realización de labores de investigación y emprender acciones para impedir y poner fin a los abusos graves contra los derechos civiles, políticos, sociales, culturales y económicos, así como pedir justicia para aquellos cuyos derechos han sido violados.
Con más de 7 millones de miembros simpatizantes y presencia en más de 150 países, se ha constituido como un referente en las luchas sociales a nivel global, lo cual les da la calidad moral para poder emitir opiniones que como la que nos ocupa en esta ocasión, y que son contundentes e incomodas para quienes son analizados, pero referente para dar seguimiento a diversas problemáticas.
La semana pasada AI, hizo público un análisis donde de manera cruda se menciona que México sufre una crisis de derechos humanos de proporciones epidémicas, y las desapariciones, la tortura, las fosas comunes y los brutales asesinatos son tan habituales que han pasado a formar parte de la vida diaria.
Esto como prólogo a la exposición de algunos puntos torales que obligadamente el visitante del Vaticano debiera conocer (si no es que ya los conoce y que por diversos intereses o arreglos políticos, deberá pasar por “alto”)
Miles de personas han perdido la vida en el contexto de la llamada “guerra contra el crimen organizado”
Sin embargo el número oficial de bajas no es preciso, y es que coincidentemente, por segundo año consecutivo, las autoridades mexicanas no han publicado estadísticas sobre el número de personas que han muerto o han resultado heridas en enfrentamientos con las fuerzas policiales y militares, en el marco de su mal concebida y absolutamente ineficaz lucha contra la delincuencia organizada.
Suman ya más de 27.000 personas que han desaparecido en el último decenio
La trágica desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa hace ya más de 500 días, puso al descubierto una crisis de desapariciones de proporciones epidémicas. Según cifras oficiales, más de 27.000 personas continúan desaparecidas, casi la mitad de ellas desde el actual gobierno federal y las restantes son herencia del funesto sexenio calderonista.
México es uno de los lugares más peligrosos para quienes ejercemos el periodismo
De acuerdo con la organización independiente Reporteros sin Fronteras, México es uno de los países más peligrosos del hemisferio occidental para el desempeño de la labor periodística. En todo México, los periodistas son objeto de forma habitual de amenazas, ataques e incluso homicidios: sólo en 2015, tres fueron asesinados a causa de su trabajo, y en 2016 ya se suma una periodista más, víctima del gobierno Duartista de Veracruz.
La tortura está cada vez más extendida
La tortura y otros malos tratos están fuera de control en todo México. Entre 2013 y 2014, el número de denuncias de tortura y otros malos tratos en el ámbito federal se duplicó, pasando de 1.165 a 2.403, según la Procuraduría General de la República. Aunado a ello, es bien sabido que son mínimos los casos se investigan, y menos los que obtienen resultados positivos o castigo para quienes los cometen.
La justicia es tan poco frecuente que casi resulta un concepto extraño
Desde hace decenios, el sistema judicial de México es totalmente incapaz de investigar las decenas de miles de denuncias de abusos contra los derechos humanos en todos los rincones del país. De los miles de denuncias de tortura que se registraron entre 2005 y 2013, los tribunales federales sólo se ocuparon de 123 casos, y únicamente 7 culminaron en sentencias condenatorias en virtud de la legislación federal.
Números similares son los que arrojan los casos de abuso sexual, principalmente hacia menores, por parte de sacerdotes y otros miembros del clero, quienes generalmente huyen o amenazan a los padres o denunciantes para inhibir las posibilidades de ser procesados.
Seria fenomenal y muy grato que Jorge Mario Bergoglio, abordara estos temas de absoluta trascendencia para México pero de los cuales seguramente no habrá datos duros que le proporcionen sus anfitriones, así como otros temas tampoco los abordara por no conflictuarse de lleno con la institución de doble estándar que lo patrocina.