Ráfagas: Otra más de la CAASIM
MÉXICO, DF, 12 de octubre de 2015.- El gobierno del presidente Barack Obama aplicó las leyes sobre deportaciones de manera agresiva como parte de una estrategia fallida para obtener el apoyo de congresistas republicanos a una reforma migratoria.
Esa es una realidad que todos los que hemos vivido o analizado las acciones del actual presidente de los EUA podemos diagnosticar sin problema o duda alguna. Lo que llama la atención es que lo haya dicho hace pocos días la precandidata presidencial demócrata Hillary Rodham Clinton.
“Las leyes de deportaciones fueron interpretadas y aplicadas muy agresivamente durante los últimos seis años y medio”, señaló Clinton en una entrevista que Telemundo transmitió la semana pasada.
“Creo que su gobierno parcialmente trató de obtener apoyo de republicanos a una reforma migratoria integral. Fue parte de una estrategia que creo que ya no es viable, y por lo tanto, tenemos que volver a aplicar las leyes de manera menos agresiva y estricta. Yo no voy a separar familias, y creo que esa es una de las diferencias con el gobierno actual de Obama”, afirmó Clinton, quien integrara el gabinete de Obama como secretaria de Estado entre 2009 y 2013.
Todas estas declaraciones, en el marco de una serie de entrevistas realizadas la semana pasada en Miami como parte de su iniciativa para organizar a los votantes latinos.
Las deportaciones durante el gobierno de Obama llegaron a casi dos millones hasta que en noviembre el mandatario anunció medidas ejecutivas para proteger de la deportación a casi cinco millones de inmigrantes no autorizados, después de que la mayoría republicana en la cámara baja se rehusara a debatir un proyecto de reforma migratoria aprobado por el Senado que incluía la opción de la naturalización.
Tras alcanzar una cifra récord de 409,000 deportaciones en 2012, la cantidad ha venido disminuyendo drásticamente. De hecho, en la primera mitad del año fiscal estadounidense 2014 sólo ocurrieron 127,000.
La implementación de la medida ejecutiva está paralizada mientras los tribunales determinan si Obama abusó de su autoridad presidencial, tal como alegan 26 gobernadores republicanos que interpusieron una demanda. Clinton dijo que de llegar a la presidencia, litigará a favor de las órdenes ejecutivas que emitió Obama sobre inmigración, analizará las legislaciones para aplicar leyes migratorias sin separar a familias y buscará trabajar con republicanos y demócratas en una reforma migratoria con opción a la naturalización.
Actualmente Clinton es la favorita para obtener la candidatura demócrata, sin embargo, el inesperado senador por el estado de Vermont, Bernie Sanders, ha cobrado auge inusitado durante los últimos meses en estados que abrirán el calendario de elecciones primarias, como Iowa y New Hampshire, por lo que al igual que en toda competencia, nada es imposible.
Por lo pronto, entre todos los precandidatos de ambos partidos, Hillary es en este momento la opción viable que más apoya la causa migrante. Veremos.
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