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¿Por qué son tan importantes?
PACHUCA, Hgo., 6 de abril de 2015.- En no pocas ocasiones se ha mencionado en esta columna sobre la importancia que tiene la licencia de conducir en la unión americana, y muy especialmente para nuestros connacionales indocumentados. De entrada es la identificación por excelencia, y aunque con más peso y validez legal, es el equivalente a la mexicana credencial para votar con fotografía que expide el INE, antes IFE.
En los Estados Unidos la licencia sirve obviamente para poder conducir un vehículo, pero también es identificación válida para prácticamente cualquier trámite legal público o privado, transacciones bancarias e incluso para poder votar. De hecho el no contar con identificación en los EUA mientras se está en la calle, implica un delito para la autoridad que le requiera se identifique.
Esto permite dimensionar la importancia que reviste la tan ansiada “ID”, puesto que al no poseer esta o alguna otra identificación oficial, se da pie según la legislación de muchos estados, a que la persona sea investigada más a fondo y si se descubre que es indocumentada, es puesta de inmediato bajo custodia del servicio de inmigración ICE para su eventual deportación.
Mientras que el enfoque positivo de la inmigración parece estar perdido en el Congreso federal, donde la mayoría de ambas cámaras se centran en medidas punitivas, en los estados a lo largo del país el panorama luce mejor en cuanto a las licencias de conducir para los indocumentados se refiere.
La oposición al otorgamiento de estas licencias de manejo suele argumentar incorrectamente que este es un camino a la residencia por la puerta trasera y que es una amenaza a la seguridad pública, cuando en realidad es todo lo contrario. El registro con fotografía, huella digitales y una dirección en un archivo estatal de miles de individuos que hoy están fuera del sistema es sin lugar a duda un avance en la seguridad.
Sin embargo en un estado como Nueva York, las propuestas como la del ex gobernador Eliot Spitzer en 2007 y más recientemente, la del senador José Peralta no prosperaron. La emisión de una tarjeta de identificación, accesible a los indocumentados es un paso importante para la ciudad de Nueva York, pero insuficiente a nivel estatal. No obstante, la resistencia a este documento se está reduciendo en varios estados en donde activistas por los inmigrantes y los jefes de policía interesados en la seguridad pública, unen sus esfuerzos en favor del otorgamiento de estas licencias, pero no en todos los estados es igual.
Este es el caso, por ejemplo de Minnesota en donde es un republicano, Rod Hamilton, el autor de la propuesta que se considera para eliminar la exigencia de una prueba de residencia legal para obtener la licencia de conducir. En Colorado, demócratas y republicanos acordaron el financiamiento de centros para otorgar estas licencias. Mientras que en Georgia la legislatura rechazó una ley restrictiva.
En Nuevo México, el primero de los Estados en autorizar estas licencias, la gobernadora republicana Susana Martínez está empecinada en eliminar la ley.
Los esfuerzos de la primera latina en una gubernatura, están trabados por el Senado bajo control demócrata. Martínez parece querer tomar el espacio de la anti inmigrante ex gobernadora de Arizona, Jan Brewer.
Hay 10 estados de la Unión Americana que hoy otorgan licencia para manejar a los indocumentados. Otros se debaten entre el sentido común que conduce al conocimiento, a la seguridad y el temor irracional impulsado por el simplismo de una ideología retrograda.
Es tiempo de quitarse la venda de la discriminación y ver la realidad.