(W) Ecos Sindicales: Roberto Zerón Sánchez
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de febrero de 2016.- Un fenómeno que desafortunadamente no ha podido ser erradicado en nuestro México, continúa siendo uno de los lastres que nos frenan como nación y como sociedad.
Cierto es que la impunidad puede ser un elemento nocivo que use cualquier persona que cometa abusos o delitos sin recibir castigo por ello y mucha gente se vale de eso para obtener cualquier cantidad de beneficios indebidos, sin embargo y si justificar ningún nivel de impunidad, padecer la que ejercen los distintos niveles de gobierno, es por mucho la peor de todas las que podemos sufrir los ciudadanos.
Esto viene a colación por un sinnúmero de ocasiones en que hemos sido víctimas, testigos o hemos sabido de actos abusivos y gandallas en muchos lugares del país. Podríamos citar una lista interminable de actos impunes en todos los niveles, como fraudes electorales, desfalcos al erario público, obligar a empleados de gobierno a operar para partidos políticos, religiosos pederastas protegidos por sus iglesias, robo de propiedades abusando del poder gubernamental, funcionarios que se transportan a 5 cuadras en helicópteros pagados por nuestros impuestos, asesinatos, compra de votos y entrega de despensas y mil delitos más, pero el papel nos sería insuficiente.
A últimas fechas ha cobrado notoriedad el puesto de “City Manager” que funciona en la delegación Miguel Hidalgo de la ahora CDMX, (nombre que bien podría ser utilizado en un idioma un poco más familiar para la población, como por ejemplo… ¡el español ¡ con un “Gerente o Administrador de la Ciudad”) , y que a diferencia de antecedentes previos como en Tijuana donde la figura se ubicaba en un contexto más administrativo, organizacional y de oficina, esta versión personificada en el ex delegado de la misma demarcación, Arne aus den Ruthen, coordina las áreas de servicios públicos y urbanos de la misma.
Este cargo por sí mismo, no representaría mayor interés que el de los buenos resultados derivados de un correcto desempeño, pero el funcionario se ha hecho acompañar de una herramienta de la cual seguramente no esperaba resultados tan espectaculares, efectivos y controvertidos; un simple teléfono inteligente con una “inofensiva” aplicación. Es gracias a las redes sociales, en especial la denominada PERISCOPE que permite transmitir audio y video en tiempo real e interactuar con todos los que tengan la misma aplicación y se conecten, que es posible seguir paso a paso la actuación del citado funcionario, quien ha pillado en la vía pública a cualquier cantidad de abusivos infractores que normalmente negarían cobardemente cualquier señalamiento intentando escabullirse con algún argumento falaz.
Este sui generis servidor público ha tomado riesgos de todo calibre, algunos que no causan risa alguna como haber sido “levantado”, golpeado y amenazado por los guaruras del propietario de medios de comunicación Stereo Miled y la revista Miled del Estado de México, Raúl Libién Santiago, quien fue apodado como #Lordmelapelas por sus gritos vulgares por el teléfono, mismos que han sido vistos y escuchados por cientos de miles de personas que atestiguaron el más corriente nivel de gandallismo y prepotencia posibles. También ha pasado por funcionarios de todos niveles, como cuando fue alertado por usuarios de las redes, de camionetas sin placas, que obstruían una rampa para personas con discapacidad, las cuales son vehículos oficiales asignados al servicio del ¿funcionario? Francisco Guzmán Ortiz, jefe de Oficina de la Presidencia de la República, quien para ir diariamente al gimnasio (el señorito cobra por hacer ejercicio a partir de las 10:00 a.m.), los ciudadanos le pagamos el uso de dos camionetas Suburban blindadas, un par de motocicletas y entre choferes y guaruras, por lo menos 6 personas del Estado Mayor Presidencial, y quien al ser cuestionado, negó lo que en cámara era evidente. Minutos después de lo ocurrido, Guzmán Ortiz reconoció (menos mal) que eran sus camionetas y se disculpó por lo sucedido a través de su cuenta en Twitter.
Y así como estos, hay muchos otros ejemplos de impunidad prepotente que ha podido documentar este servidor público y miles más que cotidianamente se suscitan en todo el país.
Un muy posible candidato a alcalde por un municipio urbano en Hidalgo, me comento de su intención por establecer una figura similar que haga valer leyes y reglamentos; Será muy interesante ver como tanto “junior“ y gandalla prepotente que nos topamos a diario en Hidalgo, pudiera ser exhibido antes de que argumente ser “influyente” o un funcionario “pesado” que trate de hacer con la ley lo que sus partidos en época electoral; violarlas, abusar de ellas y reírse de la ciudadanía que muchas veces es cómplice al guardar un cancerígeno silencio.
¡Será muy interesante¡