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PACHUCA, Hgo., 27 de abril de 2015.- De acuerdo a datos de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL), el salario mínimo en México es uno de los peores del continente, además que informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) detallan que durante el 2014 el salario mínimo en México es el que menos creció de todos los países de América Latina, lo cual provoca que las malas condiciones del país, ubiquen los niveles de vida por debajo de la media.
Saúl Escobar Toledo, investigador de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (DEH-INAH) y especialista en historia económica, señaló que en México es necesario un cambio en la política salarial, ya que este panorama negativo en el salario mínimo no es nuevo, es algo que viene arrastrando la nación desde hace décadas.
El salario mínimo tuvo en la época del presidente Lázaro Cárdenas suprimer etapa de desarrollo después de haber sido considerado en la carta magna de 1917. Agregó que en el sexenio de 1934 a 1940 el salario mínimo tuvo un crecimiento de 16%, cifra nada ostentosa pero significativa.
Escobar Toledo explicó que después del mandato de Cárdenas, el salario mínimo empezó a registrar una estabilización y a partir de la década de los 50 hasta 70 mostró un aumento permanente; en esta época se presentó el desarrollo estabilizador en la nación, donde el salario mínimo alcanzó su punto máximo en el año de 1975, para de ahí, en las siguientes décadas y hasta la fecha, mantener una baja permanente.
De ahí que desde hace décadas se ampliara el abanico de perfiles de los migrantes mexicanos que han visto en la migración la tabla de salvación a la complicada y ya insostenible problemática económica en nuestro país.
De acuerdo con el Atlas de Líderes Migrantes elaborado por el investigador Adolfo Laborde del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey en Nueva York, Los Angeles y Chicago, las tres ciudades con mayor número de personas de origen mexicano es parte de un reducido 22% de líderes comunitarios migrantes en Estados Unidos que cuentan con estudios superiores a una licenciatura.
El análisis -que incluye entrevistas a 36 representantes- revela que el promedio general de los liderazgos es aún bajo. El 40% del total tiene estudios sólo de primaria y secundaria; el 36% son universitarios y el resto tiene maestrías y doctorados. Nueva York tiene la más alta escolaridad y Los Ángeles la más baja con 60% de líderes que sólo terminaron la primaria.Esto se explica porque California tiene una migración más antigua que durante muchos años iba sólo para el campo donde no se requería personal con grandes estudios. Por otro lado, en Chicago, Illinois, la “ola de migración” que subió la escolaridad de migrantes de cuarto de primaria a segundo de secundaria como promedio, fue la crisis económica de México en 1994, cuando emigró una considerable cantidad de integrantes de clase media de las ciudades.
Según este interesante estudio, el 50% de los representantes de migrantes, hace activismo probono, es decir, en sus tiempos libres y sin remuneración.La otra mitad, se dedica de tiempo completo porque tienen un sueldo o por aspiraciones políticas: el 20% de ellos tiene aspiraciones políticas en México y el 18% en Estados Unidos.