Amlo y Anaya: otro circo en medio de la tragedia nacional

Los antecedentes de Ricardo Anaya como un político que se ha sabido beneficiar ampliamente en materia económica desde los cargos públicos o partidistas que ha tenido son, por lo menos, muy controvertibles.

Es lamentable que, en medio de la crisis económica, de salud y las patéticas formas de conducción política por parte del presidente López Obrador en el desarrollo de sus conferencias mañaneras, ahora la agenda nacional se vuelva a llenar de batallas pírricas, detestables y completamente inútiles y con ello se vuelvan a postergar las propuestas y la conciliación entre todos los sectores del país, una urgente conciliación que nos permita salir del atolladero en el que estamos sumidos.

Ricardo Anaya se vuelve a victimizar a través de un video en el que denuncia que el presidente de la república lo quiere encarcelar “a la mala”.

Recordando la famosa frase que cuestionaba a un Roberto Madrazo beligerante contra el PRI: ¿Usted le cree a Madrazo? Ahora la podemos repetir diciendo ¿Usted le cree a Ricardo Anaya?

Por supuesto que es mucho más factible que Ricardo Anaya sea efectivamente un pillo que un perseguido político.

Lo grave de este penoso affaire es que quien lo ha hecho grande es el propio presidente López Obrador. Le dedicó en la mañanera de ayer ¡casi un hora¡ a responderle al malandrín del queretano que ahora se asume como exiliado político.

La tensión existente entre los sectores productivos y sociales de México se torna cada vez más densa en la medida en que el gobierno no ofrece respuestas eficaces para enfrentar, y remediar por supuesto, la crisis que padecemos.

Y esa crisis ya no sólo es por los efectos negativos de la Pandemia.

Ahora se observa con desconfianza y perturbación que los responsables de conducir los tres niveles de gobierno, posponen de una manera irresponsable, la búsqueda de soluciones al aprieto que nos tiene al borde del estallido social.

Y la anterior no es una afirmación exagerada.

La violencia del crimen organizado no solamente no se reduce. Y, por el contrario, crece e invade ya con pleno descaro los terrenos de lo electoral y de convertir al lavado de dinero en la actividad económica más rentable que tiene México.

Y mientras crece y se publicita el burdo espectáculo circense que protagonizan el pillo de Ricardo Anaya y un gobierno al que parece que le gusta ese tipo de vodeviles políticos.

Como dijera el clásico:

¿A dónde vamos a parar?

EN TIEMPO REAL.

1.- La Coalición Legislativa en Cámara de Diputados” Va por México”, conformada por los Partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), denunciaron que no se doblegarán ante el Gobierno Federal y el bloque que encabeza Morena, tras subrayar que desde el poder legislativo se revertirán los intentos por llevar a México a un régimen autocrático de corte dictatorial y de persecución política hacia sus opositores.

2.-  El profesionalismo y compromiso del personal de las diversas instituciones del sector salud en la lucha contra COVID-19, ha logrado que 99 mil 957 personas hayan superado la enfermedad y recibieran su alta sanitaria para continuar con su recuperación en casa.
 La Secretaría de Salud del Estado de México informó que a la fecha suman 169 mil 838  los casos confirmados en la entidad, 210 mil 705 han dado negativo al contagio del nuevo coronavirus y 24 mil 987 están catalogados como casos sospechosos en espera del resultado de la prueba que les fue tomada.

Alfredo del Maza Maza cumple a los mexiquenses

3.- El C.P. Carlos Joaquín González, Gobernador
del Estado de Quintana Roo, rendirá su quinto informe de gobierno el próximo 9 de septiembre de una manera virtual. El político de Quintana Roo destacará las acciones que se han tomado para lograr la recuperación económica de la entidad después de atender con eficacia los estragos de la Pandemia. De la misma forma informará de los avances en materia de seguridad ciudadana y de la atención recibida por sus gobernados ante el reciente embate del Huracán Grace.

Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.