
Humillados y ofendidos
No hay desperdicio en el análisis puntual de la realidad histórica y actual latinoamericana cuando la misma está basada en hechos concretos, grosera y dolorosamente reales, innegables y absolutamente tangibles.
Lo curioso de esto es que sus críticos naturales por ser los afectados reales y directos son los dueños del GRAN capital, y curiosamente no tenemos conocimiento de la participación de ellos al menos a favor de ningún proceso democrático de país alguno de este lado del mundo en al menos los últimos 200 años.
Todo este fenómeno histórico que ha tomado un nuevo y furioso cauce con la más viva que nunca resaca de la crisis económica global de 2007 que aún padecemos y que ha llevado a los países del llamado 1er mundo a retomar viejas recetas como echar a andar las insostenibles maquinitas de hacer billetes por un lado y por el otro debido a que países como India y China que de alguna manera siempre habían sido fuente manipulable de recursos para los países “occidentales”, han dejado de ser aquellas naciones mansitas y ahora son potencias que se yerguen orgullosas y dignas sin dejarse explotar.
No muchas opciones quedan para la clase depredadora y opresora del capitalismo mundial rampante. Intentan desesperadamente recurrir a otra de esas añejas formulas, con la que aventando unos cuantos puñados de dólares en la cara a varios indignos líderes o títeres en Latinoamérica, compraban sus voluntades y podían a sus anchas disponer de tierras, recursos naturales y humanos, así como carta libre para instalar toda clase de industrias contaminantes y de productos basura para venderlos a los consumidores de ese mismo país, sin enterar casi impuestos a las arcas del anfitrión y claro, pagando salarios miserables en trabajos que desde siempre han sido más bien parecidos a la esclavitud.
Pero la evolución del mundo ha sido notoria y LATAM no es la excepción, de hecho son ya varios los países que han virado hacia la izquierda, siempre por la vía pacifica y electoral. Están Ecuador que aunque con un presidente qué traicionó sus orígenes, su pueblo apela a retornar a lo que sembró el Correismo; Bolivia que mantiene una acertada dirección con Evo, un destacado presidente indígena, situación que no le perdonan sus opositores siempre racistas en un pueblo predominantemente indígena que lo acaba de reelegir aún contra las fabricadas protestas artificiales de una minoría muy marcada; Chile que está ahora mismo dando muestras de que el espíritu indomable de Salvador Allende está más vivo que nunca en su amado pueblo combativo; Venezuela que a pesar de tantos problemas ha logrado soportar brutales embates internos e internacionales aún a pesar de la traidora intervención de títeres sin dignidad como Guaidó; México que conquisto una muy anhelada e histórica revolución pacífica de la mano de AMLO, un dirigente a quien se le empieza a mencionar como liderazgo natural en el continente precisamente en este tipo de cambios pero que no podrá concretar como desea esa transformación si no logra corregir el camino torcido que ha tomado su creación, MORENA para hacer frente a los grandes intereses que buscan sin descanso la manera de hacerlo caer; Brasil que caminó en reversa al permitir la imposición dictatorial de Bolsonaro a costa incluso de la libertad del histórico Lula y del sometimiento de Dilma; Argentina que después del apátrida arribo fraudulento de Macri al poder, no duda en volver al Kirchnerismo; Colombia que comienza una transición lenta pero inexorable a la izquierda que ya conquista algunas de sus más importantes ciudades; Cuba la digna, que incólume resiste el vendaval de seis décadas de bloqueo imperialista norteamericano; El Salvador con un joven presidente de vanguardia muy acorde al siglo XXI en sus métodos de cercanía al pueblo, y entre otros más, Uruguay que junto con Paraguay también alinean sus miras a políticas sociales que son sin duda la única y tal vez última opción que le queda a la Patria Grande para lograr el sueño libertario de Bolívar con la doctrina procesal y ética de Juárez.
Es eso o mantenerse en la indigna sumisión a la que obliga el extremista capitalismo atroz que ya no es opción en el orbe si pensamos en toda la población y no solo en los pocos millonarios egoístas y sus fortunas.