Ráfagas: Voracidad panalista
Twitter: @OswaldoRamirezG
<<Un político pobre, es un pobre político>>
Carlos Hank González. Político mexicano (1927-2001).
La irrupción de la 4T y de MORENA en el escenario electoral en tan poco tiempo no tiene parangón, su escalada gradual no son solo consecuencia del hartazgo de la sociedad, ni tampoco de la contribución de las “benditas redes sociales”, así como de los amarres políticos con los arrepentidos de otras facciones, mejor conocidos como chapulineo. Se trata de un gradual cambio de la sociedad y la precepción de esta de los problemas políticos de su entorno. De otra manera no podemos explicar cómo gubernaturas que fueron bastiones históricos del PRI como Oaxaca o Hidalgo se pintarán dentro de poco de un bermellón profundo.
Desde el año 2000 el PRI ha perdido gradualmente y en algunos casos comparte parcialmente algunas regiones y entidades con su ahora aliado el PAN. Hoy uno de los últimos bastiones políticos que detenta es el vecino Estado de México, el cual por décadas ha sido la piedra angular y fortaleza del partido tricolor la cual se vio en la cúspide de su poder gracias a la unidad del Grupo de Atlacomulco. Irónicamente uno de sus miembros, Enrique Peña Nieto contribuyó con creces la caída tanto de dicho grupo así como con el PRI en general. En primera por la torpeza con la que manejó su administración presidencial y en segunda, por dejar de lado las alianzas tradicionales y decantar a favor de otros grupos al interior como el Grupo Hidalgo.
El Grupo de Atlacomulco es una agrupación política mexiquense al interior del PRI que debe su nombre a que los miembros de este son originarios de dicho municipio. La leyenda popular señala que en 1940 una vidente de dicha localidad, doña Francisca Castro Montiel, reunió a personajes notables del municipio para “profetizarles” que seis gobernadores saldrían de ese pueblo y que uno de sus miembros llegaría a ser presidente de México. En efecto, la adivina saldría avante y sobrada con su pronóstico, pues no fueron seis sino siete los políticos que han sido gobernadores de ese municipio; Isidro Fabela, Alfredo del Mazo Vélez, Alfredo del Mazo González, Salvador Sánchez Collín, Arturo Montiel Rojas, Enrique Peña Nieto y Alfredo del Mazo Maza. Independientemente de dicha profecía se considera a Isidro Fabela como el precursor de dicho grupo, el cual ya pintada para centralizar los cotos de poder estatales desde finales de la Revolución Mexicana. Sin embargo, no fue sino con el liderazgo de Carlos Hank González (también ex gobernador de su entidad y originario de Tianguistenco), que el Grupo Atlacomulco comenzó a tomar forma a finales de la década de 1950.
Curioso o irónico que el único personaje de este grupo que ha llegado a la presidencia sea también el sepulturero no solo del Grupo de Atlacomulco sino del PRI, tal vez ese era el precio caprichoso de tal “profecía”. Sin embargo cabe señalar que el actual gobernador es el séptimo gobernador originario de esta localidad, lo que rompe de manera caprichosa con el pronóstico original, pues es por demás cuestionado que su triunfo en las boletas fue a costa del fraude electoral en contra de la profesora Delfina Gómez Álvarez, actual Secretaria de Educación Pública y nuevamente contendiente por parte de MORENA por segunda ocasión a la gubernatura del Estado de México.
Aunque la opinión pública desde ahora vislumbra una victoria contundente en los resultados electorales de 2023 a favor de la profesora Delfina, habrá que ser más mesurado y moderar el entusiasmo, puesto que pese a las torpezas del líder nacional del PRI Alejandro Moreno, la dinámica partidista en el territorio mexiquense obedece a lógicas muy particulares en las que el gobernador siempre ha tenido la última palabra en función a la imposición de candidatos.
Sabemos que la tibieza de Alfredo del Mazo, actual gobernador ha generado dudas y alejamientos de líderes al interior de su partido, sobretodo porque en su afán de supervivencia ha tenido un acercamiento franco con el gobierno federal con quien ha tenido notable cooperación en el desarrollo del nuevo aeropuerto en Santa Lucia (AIFA). Será a nuestro Huey Tlatoani AMLO y a su afamada 4T a la que le deberá las dos únicas medallas (exceptuando su famosa tarjeta rosa), con las que condecorará su gobierno; las remodelaciones al aeropuerto de Toluca y la culminación del Tren Interurbano Toluca-Valle de México, obra faraónica que ha sido aplazada desde el sexenio pasado puesto que gran parte de los recursos destinados para su construcción fueron destinados en su momento como parte de la “caja chica” en la campaña electoral de José Antonio Meade.
Finalmente, coincido con el Dr. Álvaro Arreola (sociólogo y analista político) quien en una entrevista reciente en redes sociales hecha por la youtuber MemeYamel declaró que “a pesar de su inminente derrota, el PRI tendrá que retomar por medio de su gobernador el liderazgo y desempolvar algún candidato gris de entre sus filas… De esta manera su salida del escenario político será un tanto decente” (sic).
Con lo anterior, apostarle por una coalición con Va X México en la que se revire y acepte como cabeza del proyecto electoral a Enrique Vargas del Villar (PAN), sería además de un suicido político para Alfredo del Mazo el tiro de gracia tanto para su partico como para el Grupo de Atlacomulco… Con todo y esto, MORENA no se debe confiarse y tendrá que afinar sus estrategias, pues el Estado de México es un escenario muy diverso electoralmente hablando. Lo que es más, tratándose del PRI siempre habrá algo que esperar. Por mucho que el dinosaurio se encuentre tendido y mal herido intentará hacer daño, al fin y al cabo en su naturaleza, además de la traición y la corrupción pueden esconderse jugarretas demasiado sucias como última alternativa.
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