
Libros de ayer y hoy
Nadie duda de la gran influencia que tienen los representantes de la Iglesia Católica en nuestro país, e Hidalgo no es la excepción, por eso llama la atención que sus exigencias de que el gobernador Omar Fayad Meneses, haya desoído su reclamo de vetar la recién promulgada reforma que permite la Interrupción legal del Embarazo, que los curas consideran que van contra natura.
Han amagado, junto con grupos anti aborto, salir mañana a las calles, para manifestar su rechazo a la llamada ILE, bajo sus propias consideraciones, que no contienen las reformas al Código Penal y la Ley de Salud en la entidad, situación que se legal en el momento en que las reformas señaladas han sido publicadas en el Periódico Oficial del Estado de Hidalgo y han entrado en vigor desde el miércoles pasado.
Toca ahora a la Secretaría de Salud, contar con las condiciones presupuestales y administrativas para brindar un servicio seguro y gratuito a quien requiera del servicio correspondiente. Para tal caso, la Secretaría de Salud tiene un plazo de 60 días.
Pero, volvamos al caso de la Iglesia Católica y sus representantes en nuestra entidad, quienes en reunión reciente se inconformaron con los diputados que aprobaron la ILE y con el gobierno, cuyo titular tiene la facultad de vetar alguna disposición legal si considera que contraviene con los intereses generales de sus gobernados.
Omar Fayad Meneses, no ha atendido el reclamo de la jerarquía católica que ha advertido al gobernador y su partido que “lo pagarán en las urnas”.
No es nueva la postura e influencia que tienen los representantes católicos en las comunidades de nuestra entidad, influencia que ha sido aprovechada cada tanto por quienes aspiran a un cargo de elección popular que así como se reunían con dirigentes obreros, empresariales, de organizaciones civiles, se reúnen, en privado siempre, para pedir la ayuda de los jerarcas católicos, para que de manera directa y en sus homilías llamen a votar por talo cual partido.
“El domingo salgan a votar, el cielo estará azul”, se ha escuchado la recomendación desde el púlpito, cuando de sufragar por el PAN se ha tratado, y así, los curas, construyen sus metáforas, de tal modo que sutilmente el feligrés entienda que deberá votar por el candidato que el cura le “sugiera”.
Ahora, que el PRI ya no es el partido hegemónico, que el PAN no tiene la fuerza para sumar al clero y emprender una acometida contra la ILE y que quienes votaron son en su mayoría legisladores de Morena, contrarios a la ideología conservadora del alto clero, los representantes católicos han caído en la desesperación.
Lo hacen, primero porque sus “recomendaciones” ya no son atendidas a rajatabla por los interlocutores y porque con su pérdida de liderazgo, han perdido canonjías, ganadas mediante acuerdos en lo oscurito con los gobernantes en turno.
No meter reversa a la ILE, afecta a los grupos conservadores, pero también a la Iglesia Católica, que pierden cada vez más adeptos, que son cachados con entusiasmo por otras opciones religiosas que crecen vertiginosamente.