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Insensato regocijo
El Movimiento de Regeneración NACIONAL (Morena) podrá alegar fraude electoral compra de votos, irregularidades el día de la jornada electoral, está en su derecho, pero más que buscar culpables externos deberá mirar en su interior y encontrará que las causas de su fracaso en el proceso para renovar los 84 ayuntamientos, están en casa.
La proyección en el comité ejecutivo nacional, estaba en ganar 64 municipios y obtener 606 mil votos. Al final sólo ganó en seis municipios (más tres en alianza) y obtuvo 190 mil votos.
De acuerdo con el cómputo final, Morena logró el 18.05 por ciento de la votación total, superado por el PRI que, con sus 32 triunfos, obtuvo el 24.73 por ciento de los votos emitidos el pasado 18 de octubre.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), que fue la sorpresa de la elección al ganar en nueve municipios, no obstante, obtuvo apenas el 4.41 por ciento de la votación; el Partido Acción nacional, obtuvo el 11.74 por ciento.
Volviendo a Morena, partidos como el Revolucionario Institucional, le concedían amplias posibilidades de triunfo en una treintena de municipios, principalmente en los corredores de Tula-Tepeji y el Valle del Mezquital.
Pero, esas expectativas generadas desde el año pasado, se vinieron abajo por los pleitos internos, las alianzas tóxicas, como la hecha en el 2018 con el Grupo Universidad, que si bien en ese año le dieron triunfos importantes (siete diputaciones federales, dos senadurías y 17 de 18 diputaciones locales), esta vez ese crecimiento exponencial y vertiginoso que registró hace dos años se vino abajo.
No es lo mismo ir sólo que con la compañía de Andrés Manuel López Obrador, en la boleta, dicen los adversarios y los propios militantes de Morena, que hoy no saben bien a bien qué hacer para recuperar el terreno perdido apenas de una elección a otra.
No ha concluido el proceso para renovar los 84 ayuntamientos y en septiembre pasado entramos de lleno a la contienda federal, para renovar la Cámara de Diputados federales, además de que, en Hidalgo, se renovará el Congreso local.
Hoy el escenario pinta diferentes, con un PRI reanimado, un PRD decidido a dar la batalla para impulsar la alternancia en el 2022; un PAN que primero tendrá que dirimir sus diferentes internos, especialmente entre el dirigente Cornelio García Villanueva y el legislador local Asael Hernández Cerón.
Morena, tiene en sus manos la posibilidad de recomponer el camino, si primero cuenta con una dirigencia formal, que conduzca el camino a la recuperación electoral y que deje de lado sus lichas intestinas, que vienen desde la cúpula nacional y no permiten a Morena articular con eficacia la operación para concretar lo que los propios morenistas pregonan sin éxito: la llegada de la Cuarta Transformación a Hidalgo.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.