Subestimando a la presidenta
Otro de los sectores de la sociedad afectados severamente por la emergencia sanitaria provocada por la presencia de Covid-19, es el educativo, que además del desajuste en sus programas de aprendizaje obligó a alumnos y maestros a tomar clases de manera virtual, tras suspenderse las clases presenciales, es decir, en el aula, como ocurría hasta antes de que aumentara el número de contagios por coronavirus.
La deserción aumentó en todos los niveles educativos, desde preescolar hasta el nivel superior y si bien se habla de alrededor de dos millones y medio de mexicanos que se abandonaron sus estudios, la cifra podría aumentar más este año, si se considera que el ciclo escolar 2020-2021 concluirá con clases virtuales, a las que muchos alumnos no tienen acceso, sea por condiciones de pobreza o por dificultades de acceder a la tecnología para conectarse a un televisor o a una Tablet.
Simplemente, porque no hay acceso a los servicios de internet.
En su comparecencia del año pasado, a propósito de la glosa del informe de gobierno, el secretario de Educación Pública en Hidalgo, Atilano Rodríguez Pérez, en el Congreso local, reconoció deserción escolar en todos los niveles educativos.
Dijo, por ejemplo, que en el nivel de educación básica, el abandono de los estudios, alcanzó al 2.7 por ciento de los cerca de 700 mil alumnos; en nivel de educación media superior (bachillerato), el porcentaje fue del 2 %, y en educación superior, se elevó al cinco %.
Muchos alumnos de plano ya no se presentaron a clases virtuales y a deserción podría agravarse por las condiciones de pobreza en que viven los alumnos y sus familias o por la falta de herramientas tecnológicas de muchas familias para continuar con los estudios vía remota.
Esta consideración fue planteada en la LXIV legislatura local por los diputados de Morena, Corina Martínez García y Salvador Sosa Arroyo, quienes también consideran que hay un aprendizaje inadecuado y limitados avances en el contenido curricular educativo, además de otros problemas que inciden en la baja calidad educativa y en la deserción, como la salud mental, la violencia que sufren niños y adolescentes.
Por todo ello, plantearon a sus pares, un acuerdo económico para exhortar a las autoridades educativas y a los 84 ayuntamientos para elaborar un plan emergente de mitigación del abandono de estudios en los distintos niveles de educación en la entidad.
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