(W) Ecos Sindicales: Razonamiento Matemático
Dicen los que saben, que el triunfo de Sergio Baños Rubio en las elecciones del pasado 18 de octubre, se debió en parte por la disciplina partidista y la actuación de quien le acompañó en la contienda como suplente, aún cuando semanas antes se daba por descontado que sería el candidato propietario: Benjamín Rico Moreno.
Quienes lo conocen, saben de sus aspiraciones que datan de los tiempos en que Omar Fayad Meneses, era alcalde de Pachuca. Entonces, Benjamín Rico, era el secretario de obras públicas, como lo fue antes en el gobierno de Jesús Murillo Karam (1993-1999).
Exitoso empresario de la construcción, ha intentado si mucha suerte, combinar su labor en la iniciativa privada con la pública y de ser funcionario de gobierno, ha pretendido ocupar un cargo de elección popular.
Una de sus aspiraciones ha sido ser alcalde de Pachuca y meses antes parecía que su sueño se cumpliría, pues en el esquema de sondeos y encuestas de opinión para ubicar a los cuadros del Partido Revolucionario Institucional (PRI), mejor posicionados, aparecía Rico Moreno en segundo lugar, superado desde entonces por el médico veterinario zootecnista, Luis Jaime Osorio Chong, quien, para muchos, debió ser el abanderado del tricolor.
Rico Moreno, incluso, se separó de su cargo como secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath), cargo que asumió desde el 5 de septiembre del 2016, cuando comenzó el gobierno de su jefe y amigo, Omar Fayad Meneses.
Luis Osorio, declinó a continuar en la lucha por la candidatura, debido a la andanada mediática contra su hermano, el senador Miguel Angel Osorio Chong, pues podría ser blanco de los ataques en contra de los Osorio Chong.
Entonces, todo mundo creyó que el camino para Benjamín Rico, se había allanado y sería indudablemente el candidato. Pero, de repente la decisión cambió y se decidió que el candidato propietario sería Luis Baños Rubio, empresario de la litografía y la impresión, quien llevaría como suplente a quien pretendía ser el abanderado propietario.
Se habló de berrinche y de declinaciones, pero al final Rico Moreno se disciplinó y no solo eso, acompañó a su compañero de fórmula, hizo campaña paralela y, sobre todo, operó con los grupos que el mismo PRI había desdeñado, lo que daba ventaja sobre todo al candidato de Morena, Pablo Vargas González.
Quienes estuvieron inmersos en el proceso interno, sostienen que, si Rico Moreno se hubiera desatendido de la operación política y electoral, el resultado sería otro y el PRI habría dejado pasar la gran oportunidad de recuperar la capital del estado, considerada “la joya de la corona”.
Rico Moreno, aseguran en una parte del PRI, sumó a una decena de grupos que inicialmente simpatizaban con Luis Osorio Chong y al final, se sumaron y se sumaron al proyecto de la fórmula Baños-Rico, con el resultado que ya conocemos.
Qué viene para Benjamín Rico, qué viene para Luis Osorio… esa será otra historia.
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