Radar Político: Penchyna, de moda
No es una apreciación personal, es la opinión de quienes siguen con puntualidad lo que ocurre alrededor de los precandidatos a la gubernatura de Hidalgo, particularmente en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y en Morena, a partir de dos imágenes difundidas en diversos espacios, especialmente en las redes sociales, donde aparecen figuras de diverso calibre que se suman a ambos proyectos `para aportar su conocimiento y su fuerza política con el deseo de verse favorecidos cuando su candidato llegue al poder.
Desde meses atrás, los críticos del Revolucionario Institucional (PRI), criticaron los encuentros matutinos que cada jueves realza un grupo de personajes de la política estatal, que en determinado momento de la historia, ocuparon cargos relevantes como representantes populares y/o como funcionarios de primer nivel en las diferentes administraciones estatales, todas dominadas por el PRI.
Reunirse con políticos de la talla del presidente estatal del PRI, Julio Valera Piedras, del alcalde de Tulancingo, Jorge Márquez Alvarado y más tarde con la diputada federal, Carolina Viggiano Austria, fue motivo de acres comentarios y el que llegó para quedarse, fue el calificativo de “cascajo”, por considerar que se trata de viejos políticos que ya nada aportan a su partido y representan lo que la gente ya no quiere ver en el PRI.
Con todo y eso, la secretaria general del CEN del PRI, ha continuado sus encuentros con personajes de la vida política estatal y en su más reciente reunión aparece con los hermanos José Antonio y Jorge Rojo García de Alba (el primero recién nombrado delegado del CEN del PRI en Hidalgo), otros como los ex diputados federales Fernando Moctezuma, Roberto Pedraza y Aurelio Marín Huazo, los tres también con cargos en la administración pública, en distintos momentos.
Vino de inmediato la crítica: “qué aportan si representan precisamente lo que la gente ya no quiere ver en el PRI”.
En el otro extremo, el diputado federal Cuauhtémoc Ochoa Fernández, se encontró ayer con otro grupo de políticos de diversas regiones, entre los que sobresalieron el ex diputado local Ramón Ramírez Valtierra, el regidor de Ixmiquilpan, Edmundo Ramírez Martínez, el ex alcalde de Huejutla, Raúl Badillo, a quienes también se les pregunta: “qué aportan al equipo del candidato de Morena, Julio Menchaca Salazar, si no es que su mala imagen.
Pero, quien se lleva las palmas es Carlos Arozqueta, un personaje tan obscuro como controvertido, que primero fue rémora del PRD en los tiempos de Luciano -Cornejo Barrera, luego se alió al PRI y en la PGJEH se metió hasta la cocina, fue el artífice del desalojo de las oficinas de la delegación de la SEPH en tiempos de Daniel Fragoso como delegado.
Además de otras truculentas historias que hoy quiere borrar con el banal argumento de que para él, Julio Menchaca Salazar, es como un padre y está dispuesto a sacrificarse para aportar sus “capacidades” y llevarlo al poder el próximo 5 de junio.
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