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Ráfagas: Otra vez Susana
En sus cuatro años de gobierno, Yolanda Tellería Beltrán (Yoli, para los amigos), fue congruente y hasta el final nos vendió una ilusión: un municipio próspero, en desarrollo y en el que se puede vivir plenamente, incluso hasta se enfrentó a verdaderos monstruos de poder que la obligaron a echar mano del ingenio y el carácter para poder salir adelante y al final decirnos, apenas ayer, que transformó la ciudad para bien de los pachuqueños.
Nos dijo, por ejemplo, que en cuatro años “trabajamos para responder a las expectativas de un gobierno honesto, transparente y eficaz, siempre cercano a los ciudadanos», o que, gracias a los pachuqueños, tenemos una ciudad segura, mejor iluminada, más limpia, con mejores servicios públicos certificados en calidad y colonias que hoy cuentan ya con los servicios básicos y una nueva vocación turística.
En su espejismo nos dijo que en su administración tuvo que sortear obstáculos como la huelga laboral más larga de la historia reciente, l la baja de recursos, pero no nos dice que, por ejemplo, el gobierno federal tiene alrededor de 40 programas a los que los gobiernos municipales pueden acceder, mediante gestiones diversas, para concretarlas en obras de beneficio comunitario. Algo que simplemente, Yolanda Tellería, no hizo o no quiso hacer.
¿De verdad, creerá que la gente digerirá la idea de que, en sus cuatro años de gobierno, se hicieron con menos recursos obras y acciones, beneficiando a los ciudadanos y sobre todo a los pachuqueños más olvidados y vulnerables?
Agradeció a su familia por su cariño y paciencia durante el tiempo que asumió el cargo de alcaldesa de Pachuca. Imaginamos los pachuqueños que a quien más deberá agradecer su ayuda, su paciencia, su sapiencia y su bien tino para aconsejarla, a su esposo Daniel Ludlow Kuri, a quien los pachuqueños asumen como el verdadero poder tras el trono y quien aprovechó la posición de su esposa para hacer pingües negocios y dejar que ella cargara con el desprestigio que en un informe de actividades no se puede borrar de un plumazo.
En su discurso olvidó dar un mensaje a quienes desde siempre se opusieron al programa recaudador de los parquímetros, los programas de bacheo, que sólo por recordar el más reciente, lo hizo el año pasado en una calle del fraccionamiento Juan C. Doria, justo cuando comenzaban las lluvias. Y de inseguridad, ya mejor ni hablamos.
Al final, hay coincidencias en muchos pachuqueños, no fue ella (Yoli)…fue él (Daniel.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.