Laboratorio Público/ 100 días
El paulatino regreso a clases virtuales, particularmente en el nivel de educación básica, va evidenciando poco a poco las carencias físicas en los planteles, muchos de ellos sin servicio de internet, otros más con adeudos hasta por 25 mil pesos por concepto de agua potable, cuyo pago exige el órgano operador y la autoridad argumenta falta de recursos para cubrirlo, por lo que son los padres de familia quienes tienen que “cooperar” para que sus hijos acudan a espacios más o menos funcionales.
A partir de lo publicado ayer en este espacio, con relación a las “cuotas voluntarias” y los aportes “extra” que deben dar los padres de familia, para que sus hijos no corran riesgo de contagio por el Covid, hubo comentarios diversos sobre la realidad que viven las escuelas, con el regreso a clases presenciales.
Una maestra que pidió omitir su nombre, dijo que no todas las escuelas del estado entran en el programa federal de “La Escuela es Nuestra”, a través de la que se entregan recursos directos a los comités de padres de familia, para que los apliquen en lo que consideren necesario para el buen funcionamiento del inmueble.
En Pachuca, un jardín de niños adeudaba alrededor de 25 mil pesos por concepto de agua potable y tuvo que intervenir una regidora del Partido Nueva Alianza, quien aportó los recursos para pagar a la CAASIM. La SEPH no apoyó a la petición de gestionar que se cobrara menos por el servicio de agua potable.
En otro plantel hay 20 casos de Covid y consecuentemente los niños no irán a clases y en tanto se deberían enlazar vía internet, pero como en la escuela no hay ese servicio, entonces no podrán acompañar las clases que sus compañeros tomarán en el aula y de forma presencial.
Otro padre de familia recordó que en la escuela de sus hijos, se reúne alrededor de un millón de pesos de “cuotas voluntarias” que se destinan al pago de servicio telefónico, internet, papelería, reparaciones eléctricas, veladores, red de agua potable y festividades de la escuela y “aún así sobra dinero, pero se lo roban el director u el tesorero”.
Otro más, dijo que, a los padres de familia de escuelas de educación media superior, se les pidió el gel antibacterial, jabón líquido y sanitizante desde el semestre pasado y nunca se ocupó, pues no había clases presenciales. Todo eso quedó en la bodega del plantel.
No obstante, el regreso a clases presenciales continúa con la idea de que en el corto plazo volvamos a la normalidad rota desde marzo del 2020, cuando apareció el primer caso de coronavirus y que ha paralizado muchas actividades desde entonces.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.