Ráfagas: Denuncian corrupción en Tribunal de Arbitraje Laboral
PACHUCA, Hgo., 11 de marzo del 2021.- La paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) presentó un reporte del quebranto que ocasiona el crimen organizado con el robo de combustible de los ductos propiedad de la nación y lo alarmante, para el caso de nosotros los hidalguenses, es que nuestro estado ocupa el primer lugar de tomas clandestinas, a pesar del combate a este flagelo que, por lo que se observa, no ha sido posible siquiera reducirlo, desde que comenzó la lucha contra el huachicol, en el año 2019.
Conforme a los datos de la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de Pemex, en un reporte al 2 de marzo de este año, el robo de hidrocarburo de los ductos de Pemex, aumentó un 17 % con relación a marzo del año pasado.
Es decir, que en marzo del 2020, se contabilizaban 886 tomas clandestinas y para marzo de este año, la cifra pasó a mil 034. El crecimiento de este delito fue de 33.3 tomas por día, mientras que en marzo del año pasado, la cifra era de 28.5.
Desde septiembre del año pasado, el promedio de tomas clandestinas detectadas es de mil por mes y el quebranto fue de 3 mil 401 litros diarios en el 2019 y de dos mil 392 al año siguiente. Contabilizando sólo el combustible asegurado por el delito de robo de hidrocarburos en la modalidad de tomas clandestinas.
En esa lista de estados donde más daño se ocasiona a Pemex con el delito del llamado huachicol, Hidalgo ocupa el primer lugar con 457 tomas, seguido de Puebla con 221; Estado de México, 133; Guanajuato (donde operaba la banda de El Marro) 36; Michoacán, 32; Tlaxcala, 28; Querétaro, 26; Baja California, 18; Tabasco, 18; Veracruz, 16 y otras entidades suman 49.
En el 2018, seis entidades concentraban el 80 % del robo de combustibles y en 2019 el porcentaje subió a 83.3 % y el 2020, pasó al 86 %. Siempre en ascenso.
Hay que recordad que San Primitivo, en el municipio de Tlahuelilpan, alcanzó notoriedad internacional, luego del incendio de un ducto que no se salió de control y provocó la muerte de más de un centenar de personas, lo que movió a los cuerpos de auxilio no sólo de la región, sino de estados circunvecinos.
La pronta actuación del gobierno de Hidalgo, atemperó el problema y evitó que impactara negativamente en la imagen del gobierno federal, aunque el daño fue tremendo para cientos de familias de la zona, pues muchos niños quedaron huérfanos y otras familias en el desamparo, porque sus familiares que perdieron la vida, consideraron fácil hacerse de unos bidones de combustible gratis.
Esa tragedia aún lastima al pueblo de San Primitivo y al de Hidalgo, que lamentablemente se coloca como el primer lugar en el robo de combustible, un delito que a pesar del esfuerzo de las autoridades, no se ha podido frenar y por el contrario, va en aumento, como va el precio de los combustibles. Y eso que ya no hay gasolinazos.