Laboratorio Público/ 100 días
No es la lucha por ganar una elección cualquiera. NO. Se trata nada más y nada menos que de Huejutla, corazón de la región huasteca, donde la pobreza es el argumento perfecto para hacer negocios a costa de los importantes presupuestos que llegan de la Federación y del gobierno estatal mismo.
Cierto es que los partidos políticos que luchan más allá de las urnas para hacer valer la ley y la voluntad de la ciudadanía, manifestada en las urnas el pasado 18 de octubre, con el pretexto de “respeto a la democracia”.
El 18 de octubre, Daniel Andrade Zurutuza, se mostró feliz del triunfo logrado en las urnas y de imponerse a su anterior partido, el Revolucionario Institucional, que, en la administración de Francisco Olvera Ruiz, le negó la posibilidad de ser candidato a alcalde, a pesar de ser el mejor colocado en las encuestas de opinión.
Andrade Zurutuza, cambió de bandera y se fue al Partido Encuentro Social (PES), inflado desde el centro del país por el entonces secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, como parte de una estrategia nacional en aras de concretar la candidatura del PRI a la presidencia de México, con aliados, precisamente, como el PES.
Se convirtió en diputado local, en dirigente estatal y desde ahí acompañó en su aventura política y económica a su aliado, el ex alcalde y también ex priista, Raúl Badillo, todo al amparo del PES; que en el 2018 perdió su registro como partido político naci0nal, pero conservó su membresía local.
Contendió en el proceso que aún no concluye y ganó con 16 mil 390 votos. Desplazó a los candidatos del PAN y PRI y creyó que con el cómputo final se habría saldado el proceso y continuaría con su proyecto personal de alcanzar más espacios políticos y fortalecer a su partido para el 2021 y especialmente para el 2022.
Pero, en el camino se encontró a su antiguo partido que, con Adela Pérez Espinoza, le impugnó el triunfo y argumentó violación a la ley, por transgresión al principio de separación Iglesia-Estado. Se argumentó que tanto él como su suplente, José Pilar López Espinoza, usaron argumentos e imágenes religiosas en su campaña.
El Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo (TEEH), a través el magistrado Manuel Alberto Cruz Martínez, consideró que había argumentos suficientes para dictaminar la nulidad de los comicios y en consecuencia anulación del triunfo de Daniel Andrade.
Sharon Montiel, dirigente estatal del PESH y el propio candidato, cuestionaron los argumentos y apelaron a que la Sala Regional con sede en la ciudad de Toluca, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, les dé la razón y eche abajo el dictamen del tribunal local, cosa que ya ha ocurrido en varias ocasiones.
La presidenta estatal del PRI, Erika Rodríguez ya se anticipó y dijo que su partido está listo para ir a una elección extraordinaria, en la que se garanticen a los ciudadanos “gobiernos municipales honestos y transparentes al respetar la ley, no violentándola desde campaña”.
Por qué se dice que la pobreza es el argumento perfecto para construir fortunas al amparo de los más desposeídos. Simplemente porque la realidad se impone.
Es más importante que Huejutla siga siendo emblema de pobreza para así mantener el argumento que permita exigir de la Federación y del gobierno estatal más recursos…para hacer más negocios.
Durante su administración, Jesús Murillo karam, puso la mira en la huasteca y en sus recurrentes encuentros con la prensa y con autoridades federales, enfatizó en la necesidad de sacar a la huasteca de la pobreza. Cuando vio que los recursos llegaban y se combatían las necesidades más apremiantes de la gente, vio que la Federación comenzó a quitarle la etiqueta de “prioridad” a la huasteca, pues ya iba saliendo de la pobreza gracias al esfuerzo del gobierno estatal.
Entonces, el discurso cambió y se volvió a ubicar a esa región “en pobreza y marginación”. Sólo así volverían a llegar los recursos necesarios para combatir la miseria de la mayoría los huastecos.