(W) Ecos Sindicales: Operación Panal
Balcón político
Negro panorama laboral
Carlos Camacho
La pandemia provocada por el SaRS-CoV2, que mantiene casi paralizada la actividad económica del país, se agudiza cada día y las cifras que proporciona el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), respecto al número de trabajadores en paro, son alarmantes, pues por citar un dato, hay 12 millones de personas económicamente activas en suspensión laboral debido a la cuarentena.
La tasa de participación económica de marzo a abril, perdió 12.3 puntos porcentuales, para quedar en 47.7 por ciento del total de la Población Económicamente Activa (PEA).
La Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), refleja una disminución en la participación laboral de la población ocupada, además de un aumento en la desocupación abierta, y una reducción en la tasa de la informalidad laboral, debido a que muchas personas que se ocupan en esa actividad, simplemente se resguardaron en sus domicilios debido a la pandemia del coronavirus.
Otro dato que indica la gravead del problema de ocupación, es que las personas con necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo, pasó de 5.1 millones a 11 millones de marzo a abril. Es decir, hay oferta de mano de obra, pero no hay oportunidades de empleo.
La tasa de subocupación es del 25.4 por ciento; es decir, que hay 5.9 millones de personas sub ocupadas, lo que representa un aumento del 16.3 por ciento, tan sólo de marzo a abril de este año.
Un total de 2.1 millones de personas salió a buscar empleo, pero no encontró. Con todo y pandemia.
La prolongada cuarentena también modificó la cifra de personas no ocupadas pero disponibles, pero que no buscaron empleo, que pasó de 5.9 millones en marzo a 20 millones en el mes siguiente.
La tasa de informalidad bajó ocho puntos porcentuales, para quedar en 47.7 por ciento en abril, pero no porque haya aumentado la actividad económica, sino porque muchas personas tuvieron que quedarse en su casa, obligados o por voluntad propia, debido a las indicaciones del gobierno para intentar reducir el número de contagios de coronavirus.
Al margen de todas estas cifras, este primero de junio, muchos comerciantes establecidos y ambulantes, decidieron desafiar las indicaciones del gobierno para abrir sus negocios y reanudar sus actividades.
El dilema, discursos aparte, es, salir a trabajar con el riesgo de contagiarse, o morir por la falta de dinero para adquirir los productos básicos para el hogar, morir de hambre, pues.