Laboratorio Público/ 100 días
En Tulancingo se dio el primer paso de lo que pretende ser un proyecto para favorecer al ex candidato a alcalde de Pachuca, el investigador y académico, Pablo Vargas González, a quien sus simpatizantes quieren convertir en dirigente estatal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) o en su defecto candidato al gobierno de Hidalgo.
Para muchos podría provocar hilaridad la pretensión, pero en la ciudad de los satélites, hay militantes “fundadores” de Morena, que están en contra de sus actuales dirigentes y de que personajes sin identidad con el partido que creó el presidente Andrés Manuel López Obrador, busquen aprovecharse de su fuerza política para incrustarse ya sea en cuadros directivos o como representantes populares. Ejemplos, dicen, hay muchos en Hidalgo.
Y esa reunión en Tulancingo, no ha sido la primera con ese propósito, ya se hizo una en la huasteca, vendrán otras este fin de semana en municipios cercanos a Tulancingo, con la intención de llamar a los “obradoristas” para trabajar en el proyecto primero de rescatar a partido de aquellos quienes se han aprovechado para alcanzar sus proyectos personales y luego de impulsar a quien consideran una persona “leal y honesta”, como califican al regidor de Pachuca, Pablo Vargas González.
Del académico, se ha dicho que perdió la gran oportunidad de darle a Morena una importante victoria si ganaba la capital del estado, a pesar de que comenzó con más de 20 puntos de ventaja la contienda que a la postre perdió con el priista Sergio Baños Rubio, aunque sus simpatizantes afirman que el doctor Vargas ganó la contienda, pero sus adversarios “se la arrebataron”.
Después de la contienda y de que se reconoció el triunfo del PRI, Pablo Vargas intentó revertir el resultado y alcanzó notoriedad, luego que puso en aprietos a los organizadores de la ceremonia en que rindió protesta como presidente municipal el empresario Baños Rubio, aunque su arrojo no alcanzó más que para darle color a la nota periodística de ese momento.
Es cierto que al interior de Morena hay militantes que están en contra de los dirigentes actuales y se asumen como los “fundadores” de Morena y reclaman los espacios que por imposición se han dado a otros personajes, algunos de ellos, que ni siquiera simpatizan con la izquierda y aun así serán sus representantes en las Cámaras de diputados, tanto federales como locales.
Ya veremos qué tanto avanza esta intención de los morenistas de Tulancingo, que buscan de este modo impulsar a quien consideran el mejor cuadro sea para dirigir al partido o, por qué no, lanzarlo como su candidato al gobierno de Hidalgo, aunque en esa carrera haya ya otros personajes que llevan delantera, al menos en los espacios de información y en algunas encuestas difundidas en las redes sociales, unas falsas y otras más creíbles.
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