(W) Ecos Sindicales: Operación Panal
El municipio de Tula de Allende, se ha convertido en el centro de una serie de disputas políticas entre diferentes actores y partidos, en medio de la campaña para las elecciones del próximo 6 de junio. Y en esa disputa sobresale la reacción del candidato a diputado federal de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, quien en respuesta a los ataques en su contra, ya incluyó al presidente municipal de Mineral de la Reforma, Israel Félix Soto.
Pero también se mantiene el pleito añejo entre el diputado local de Morena, Ricardo Baptista González, y el alcalde de Tula, Manuel Hernández Badillo. Ambos en otro tiempo aliados en el PRD y hoy enemigos acérrimos por el control político de uno de los siete municipios más importantes de la entidad.
En el primer caso, hay que recordar que Ochoa Fernández, ingeniero de profesión y político por vocación, ha sido históricamente el dirigente moral del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Hidalgo y desde esa posición logró incrustarse en el gobierno que entonces encabezaba Miguel Angel Osorio Chong (2005-2011) como secretario de turismo y de Obras Públicas.
Fue diputado federal de ese partido y su relación con Osorio Chong le valió ser incorporado en el gobierno federal encabezado entonces por Enrique Peña Nieto, como subsecretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Hoy, reaparece como candidato del Verde en alianza con Morena y el PT, que forman la coalición “Juntos Haremos Historia” y en su discurso defiende el proyecto de la Cuarta Transformación y critica lo hecho por el gobierno en el que participó apenas el sexenio pasado.
Pero, más aún, como respuesta a las críticas de un grupo de morenistas que lo rechazan por no verse representados con “su candidato” y lo siguen por todos lados para echarle a perder sus actos de campaña, enfocó sus baterías contra el presidente municipal de Mineral de la Reforma, Israel Félix Soto, quien a su vez no ha respondido a los ataques.
En su más reciente video, difundido en las redes sociales, Ochoa Fernández, también se lanza contra el gobierno estatal del que formó parte, pues en ese tiempo se dio el fenómeno de los excedentes petroleros, recursos con los que el gobierno federal, cooptó a diversos gobiernos estatales para apoyar al PAN.
Hidalgo, en el gobierno de Osorio _Chong, dijo Ochoa Fernández, se recibieron por ese concepto, alrededor de seis mil millones de pesos.
En Tula ya surgieron defensores y atacantes de Ochoa Fernández, en el mismo partido que encabeza la coalición “Juntos Haremos Historia”. Veremos qué resulta de este diferendo con efecto boliche.
Por otro lado, Ricardo Baptista, el diputado local de Morena y ex alcalde de Tula, enfocó de nuevo sus baterías contra el munícipe Manuel Hernández, Badillo, cuya esposa es candidata a diputada local por la coalición “Va por Hidalgo”, que forman PTD-PAN-PRI.
Ahora, acusó al alcalde de actuar “con perversidad” contra el comercio establecido y de los ciudadanos afectados por la crisis derivada de la pandemia por Covid-19, debido a “la extorsión” que aplica con el uso faccioso del gobierno y de la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal 2021, mediante el cobro desmedido por licencias de funcionamiento y de servicios públicos, como el agua potable a través de la Comisión de Agua y Alcantarillado de Tula.
Acusó a su ex compañero de aventuras políticas de “voraz” y de actuar con perversidad a favor de sus aliados y en cambio de permitir a trabajadores de las áreas de Reglamentos y Obras Púbicas de extorsionar al comercio establecido y a los ciudadanos.
Este es un capítulo más de las disputas entre estos dos paisanos de Tula, que se enmarcan en una contienda electoral que se ha complicado para los actores de diversos partidos, particularmente de Morena, PVEM y del PRD.