Así no, presidenta
Los niños mueven la economía, dice la gente, cuando se refiere a ese ejercicio cotidiano en el que los niños acuden a clases en las aulas, porque para llevarlos a la escuela, los padres tienen que mover su auto, pagar transporte, enviarles un refrigerio preparado en casa, darles para comprar una golosina.
En muchos casos, luego de dejar al niño o niña en el plantel, el padre o la madre, se dirige al trabajo, para lo cual invierte parte de su presupuesto diario en otro transporte o en gasolina, en el almuerzo o la torta, el sándwich, el antojo, el jugo, el refresco. En fin.
Ese ejercicio familiar por ser normal en tiempos de normalidad, no alcanzaba a notarse, pero apenas comenzó la pandemia provocada por la presencia del coronavirus en el mundo, el país y en nuestro estado, comenzamos a notar un efecto negativo en el ingreso de las familias, en la reducción de esos gastos que se generan cuando el niño va a la escuela de lunes a viernes.
Así, poco a poco, se fueron perdiendo fuentes de ingreso para las familias, especialmente para aquellas que dependen de la actividad informal. El que vende afuera de la escuela, el que ponía su puesto de tacos o tortas afuera de la oficina.
También provocó la reducción del ingreso en quienes se dedican al transporte público, a los negocios establecidos, restaurantes, fondas, cocinas económicas, especialmente aquellas que dependían de la venta de alimentos al padre o madre que luego de recoger al niño en la escuela compra la comida, pues no le da tiempo de prepararla en casa.
De esa forma, se fue deteriorando la economía de miles de personas.
Hoy, el panorama parece comenzar a cambiar en la medida que un número importante de personas han recibido la vacuna anti Covid-19. Se habla de 685 mil 564., según el reporte más reciente del sector salud.
Las autoridades educativas y de Salud, planean el regreso a clases presenciales, aunque de manera paulatina. Unos dicen que el 7 de junio, el secretario de Salud, Efraín Benítez, dice que primero hay que garantizar la salud de la gente y luego planear el regreso a las aulas, lo que podría ocurrir hasta el arranque del ciclo escolar 2021-2022.
Por lo pronto, el gobierno federal, declaró 46 municipios hidalguenses en semáforo epidemiológico verde, 15 en amarillo, 11 en naranja y 12 en rojo, entre ellos ciudades importantes como Pachuca, Mineral de la Reforma, Tizayuca y Tula.
La aplicación de la vacuna anticovid a personas de 50 a 59 años y el inicio con personas de 40 a 49 años, permite albergar la esperanza de que la vuelta a la normalidad comienza a verse más cercana, aunque para el sector salud todavía el virus seguirá alrededor de 18 meses más, por lo que no hay que confiarse.
La apertura de espacios comerciales con aforos controlados, también es indicio de que vamos por la ruta correcta, de manera lenta y paulatina, pero vamos y cuando los más de 700 mil niños en edad escolar, vuelvan a clases presenciales, podríamos decir que volvimos a una realidad más o menos normal.