No alcanza
Cuando parecía que comenzábamos a avizorar el camino a la normalidad y la vuelta a la recuperación de nuestras actividades cotidianas, las autoridades sanitarias en el país, nos regresaron de golpe al señalar que a unos días de instalarnos en el semáforo naranja, volvimos de nuevo al rojo, debido a que no redujimos la movilidad para evitar el incremento de contagios por el Covid-19.
Por tanto, las restricciones que incluye el Operativo Escudo, se vuelven a aplicar, como antes de entrar al semáforo rojo. Lo grave es que para muchos hidalguenses pareciera que el problema no existe y realizan actividades como si no estuviéramos padeciendo una pandemia.
Baste ver las imágenes de la larga fila el fin de semana pasado en el centro comercial Explanada y unos metros atrás las aglomeraciones en tiendas departamentales, de conveniencia y otros negocios que convierten la zona en un tianguis permanente y al que acude la gente con pocas precauciones, muchos sin cubre bocas y mucho menos con el cumplimiento de la sana distancia recomendada.
En la zona de balnearios, allá en el Valle del Mezquital, una vez que se dijo que entrabamos al semáforo naranja, se abrieron al público los más de 20 parques acuáticos ubicados principalmente en el municipio de Ixmiquilpan, donde la mayoría de visitantes provienen del Estado de México y de la Ciudad de México, lo que implica transportes llenos a tope, circulación de gente sin las medidas de protección recomendadas, lo que pone en riesgo a cientos de personas, no sólo paseantes, sino quienes se encargan de atenderlos.
Pareciera que debemos tener un amigo cercano, un familiar o uno mismo sufrir el contagio para darse cuenta de que el mal es real y no un invento, como planteó recientemente el alcalde de Ixmiquilpan, Pascual Charrez Pedraza.
En la medida que no atendamos las recomendaciones de las autoridades sanitarias, tardaremos más en ver la reducción del número de contagios y, por desgracia, de muertes por el SARS-CoV-2 y prolongaremos la vuelta a la llamada “nueva normalidad”.
La semana pasada, el semáforo Covid-19 catalogó en rojo a 18 entidades y 14 en naranja; Hidalgo es uno de los nueve estados que ya estaban en naranja y regresaron al rojo, como resultado de las nuevas ponderaciones para la medición de la pandemia.
Las modificaciones y ajustes realizados por la federación, así como un incremento discreto en el número de casos registrados en la entidad, condicionaron que el estado de Hidalgo haya regresado a rojo, por lo que se exhorta a todos los hidalguenses a fin de disminuir los contagios y controlar la pandemia, a mantener la sana distancia, uso irrestricto de cubre bocas, mantener el confinamiento domiciliario voluntario, lavado frecuente de manos y a evitar los lugares concurridos.
Se informa que el programa Hoy no circula sanitario continuará vigente.
Estas son algunas de las indicaciones del gobierno estatal, para ayudar a reducir la incidencia y entonces sí comencemos a volver a la normalidad, pero resulta preocupante que las mismas autoridades federales, hablen de un rebrote entre octubre y marzo del próximo año; otros informes hablan de que será hasta mayor de 2021, recuperemos la normalidad.
Entonces, deberemos tomar muy en serio aplicar las medidas recomendadas para evitar el crecimiento del número de contagios y cuidarnos a nosotros mismos, para no ser agentes de contagio. Sólo así acortaremos el tiempo para la vuelta a la nueva normalidad, de lo contrario el problema continuarán con los daños colaterales, como la pérdida de empleos, de poder adquisitivo en miles de familias que hoy se encuentran en situación de crisis económica.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.