(W) Ecos Sindicales: Roberto Zerón Sánchez
Balcón político
Y siguen acusaciones contra los alcaldes
En la medida que se acerque la fecha en que deban dejar su encargo, varios presidentes municipales se darán a conocer públicamente y no por la labor que hayan desempeñado en favor de sus gobernados, durante los cuatro años de su gestión, sino todo lo contrario, como ocurre ahora con los de Mineral de la Reforma y Tlaxcoapan.
Al primero, el panista Raúl Camacho Baños, parece que sele cayó la estrategia que comenzó mucho antes de renunciar a las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), para cobijarse en el Partido Acción Nacional (PAN) y así concretar uno de sus primeros pasos en la que pensaba sería una carrera política exitosa y cuesta arriba. Primero sería alcalde y luego, si las cosas salían bien, dejaría a su sucesor, en este caso sucesora, y él trabajaría en pos de una diputación federal.
Creó para ello su propia fundación, a través de la que hacía llegar apoyos y beneficios a los ciudadanos, con tal de ganarse su voluntad, pero en el camino ayudó a unos y dejó en la orilla a otros, lo que le valió la animadversión de muchos de sus conciudadanos, que esta semana le colocaron una gran manta con la leyenda: “Monumento a Raúl Camacho”, y como adorno unos labios femeninos, color rojo.
Sólo que la manta fue puesta donde se encuentra el monumento al burro, en la ruta ciclista del mismo nombre, que conecta la zona de San Guillermo con Mineral del Monte.
En las redes sociales, se soltaron las criticas a su gobierno, que señalan por su “ineptitud, incompetencia y corrupción”.
Parte de su estrategia, incluyó confrontarse con el entonces, secretario de la Política Pública, Israel Félix Soto, quien hoy se perfila como candidato a la presidencia de ese municipio, eventualmente por el PRI.
Hoy, Camacho Baños, cosecha los frutos de lo que sembró como funcionario municipal y enfrenta el rechazo de varios sectores de su municipio, ese que el PANJ parece condenado a perder, merced a la mala gestión de su abanderado hace cuatro años.
Allá por la región de Tula, en el municipio cercano de Tlaxcoapan, también se han lanzado quejas contra el presidente municipal, Jovani Miguel León Cruz, a quien sus propios regidores, acusan del posible delito de peculado y falsificación de firmas en actas de Asamblea, que habrían provocado un quebranto a las arcas municipales por 10 millones de pesos.
Los regidores José Luis Lugo Sánchez y Lizeth Vargas Juárez, explicaron que este movimiento irregular, se hizo para poder manejar a su antojo el presupuesto 2020 que fue aprobado por 62 millones de pesos, sin embargo, el acta de modificación tiene un presupuesto que ascendió a los 72 millones de pesos y no se sabe en qué han sido aplicados esos 10 millones de pesos más.
El 10 de junio fueron ingresados los expedientes ante la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción y a la Auditoria Superior del Estado de Hidalgo.
“Lo que no queremos es que esta situación de tipo administrativo y financiero que priva en nuestro municipio quede impune, mientras el edil asegura tener buenas relaciones con el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, además de asumirse como protegido del dirigente estatal, Cornelio García Villanueva y el coordinador de ese partido en el Congreso local, Asael Hernández.
Y como éstas denuncias, veremos más en lo subsecuente. Que tengan un efecto posterior, es otra cosa.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.