No alcanza
PACHUCA Hgo., 27 de febrero de 2017.- La política no sólo es de ideas; la política es, por antonomasia, el ejercicio de poder. No se puede hacer política sin vocación de ese poder. No se puede hacer política sólo con buenas intenciones o ideas; eso sería una mentira, sería engañar a la audiencia, un fraude y, seguramente, un mecanismo para servir a intereses ocultos, que no naturalmente políticos.
Hacer política sin vocación de poder, es como cocinar sólo con el libro: matarán de hambre a todo el mundo. Porque la política es el hacer determinado. Lo otro es hacerse el tonto. Sobre esa premisa es que se debe desconfiar de quienes, en política, no tiene real vocación de poder. Thomas Hobbes, el filósofo que criticó el contrato social de Rousseau, argumentó que la guerra no sólo es acudir a la batalla, sino tener voluntad de contender.
Por eso las candidaturas independientes en México son un chiste.
Para la elección presidencial del 2018 se han destapado un montón de personajes con este propósito: Jorge Castañeda, Gerardo Fernández Noroña, el locutor Pedro Ferriz de Con, el experredista Ríos Piter, y hasta el EZLN. Este domingo 26, hizo lo propio el ex presidente de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, Emilio Álvarez Icaza, mediante el lanzamiento de su movimiento #AhoraONunca. Hasta el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, apodado El Bronco, quiere ser esa figura “independiente” … y todos y todas (porque el EZLN ha dicho que lanzaría a una mujer indígena) sólo están haciéndole al cuento. Nadie, absolutamente nadie de estas personas tiene posibilidades reales de ganar la Presidencia del país y, estoy seguro, nadie quiere ganar realmente la presidencia del país. Están ahí de paso; a ver qué sacan para después del proceso electoral. Una senaduría, una diputación, destrabar un negocio, agüita para su ego, qué se yo.
Si tuviesen vocación de poder, a sabiendas de que el ejercicio político en México requiere de estructura electoral, patrocinios, control de propaganda, manejo de crisis, tejido de alianzas estratégicas, desgaste físico, tiempo, logística, quehacer administrativo, gasolina en exceso, entre tantas otras cosas más, sabrían (y lo saben) que una candidatura independiente no es la vía para obtener un puesto de elección popular, menos aún la presidencia de la República.
Habrá quienes, en contraste, pongan sobre la mesa el ejemplo de El Bronco, en Nuevo León, o del diputado jalisciense Pedro Kumamoto. Sin embargo, ninguno de los dos logró lo que logró sin estructura hecha. El primero, le arrancó al PRI (partido al que pertenecía), buena parte de su red de intereses, los cuales se abalanzaron sobre Rodríguez espantados por los malos manejos de su gobernador Rodrigo Medina (a quien el llamado Bronco prometió meter a la cárcel por corrupto, basando en ello su campaña, pero no cumplió); en tanto que Kumamoto contó con el apoyo de negociadores de la alcaldía de Zapopan y del ITESO.
Entonces hay que preguntarse, estos independientes ¿a qué intereses sirven?
No digo que tengan un pacto firmado con un titiritero innombrable. No puedo afirmar lo que no me consta. Pero por pura lógica política, quien no suma, resta. Por eso habrá que preguntarse ¿quién es principal afectado de tanta candidatura pseudo-independiente? Seguramente no al PRI o al PAN, quienes se sostienen juntos de los hilos más gordos del poder púbico. ¿Al PRD u otro partido pequeño? No cuentan. ¿Entonces a quién? En las matemáticas, sin duda a Andrés Manuel López Obrador, a cuyo movimiento Alvarez Icaza denominó la “pinche izquierda”.
Y ha pasado siempre. Siempre hay agentes que entran en tiempos electorales a hacer trabajo de zapa. Lo hicieron contra Cárdenas, lo hicieron contra Obrador, y hasta lo hicieron contra Valentín Campa, en su tiempo como candidato por el antiguo Partido Comunista Mexicano en las elecciones presidenciales de 1976, boicoteado por el Partido Popular Socialista que dio su apoyo al PRI. No hay razón para pensar que estos pseudo-independientes de hoy, actuarán diferente a sus antecesores. No es nuevo. Y aunque sus intenciones electorales no son serias, intentarán hacer lo de siempre: dividir, comportarse como gatopardos, ayudar a que nada cambie y cobrar su factura.
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