Cemento, futbol e historia. La Cruz Azul y su novena

Twitter: @OswaldoRamirezG

Entre la incredulidad de sus propios seguidores llovían memes antes de terminado el juego ¿Será acaso posible que el Cruz Azul no la cruzazulee esta vez? Algunos le achacaron fuerzas más que heroicas a este drama futbolero por demás recurrente en más de 23 años. A la mitad del juego tanto propios y extraños no sabían si rezarle una novena nuevamente del azul grana o hacer eco de la esperanza histórica. Finalmente rompió una “maldición” un año, una fecha y un momento muy oportuno en medio de una crisis financiera en la que el cemento y la industria de la construcción, emporios que en principio hicieron posible la creación y el ascenso del equipo se encuentran en vilo debido a la huida de Billy acusado de fraude y evasión fiscal hace unos meses y del cual detallamos grosso modo la problemática en una nota por este mismo medio el pasado 8 de febrero.

 Pero no se trata de un “milagro” futbolero, ni de una lucha histórica jamás vista en la historia de este deporte en México; se trata de los cálculos estratégicos de una industria que ahora si la hizo efectiva; reivindicar, dejar jugar y hacer valer el esfuerzo del porque el Deportivo Cruz Azul, siendo uno de los corporativos que más consciente a sus jugadores no había logrado a coronarse en un campeonato final prácticamente en todo el período administrativo de Billy Álvarez.  Para los fanáticos este momento marca un aliciente que les devuelve con creces la fe en su equipo, para los afiliados y socios esta victoria le da un respiro a toda la empresa, pues a partir de ello es posible que la cotización en la bolsa de valores y el valor de sus acciones eviten la caída y quiebra de todo el emporio. Por otra parte, para los politiqueros esto bien puede ser tomado satíricamente como un milagro más de nuestro Huey Tlatoani Andrés Manuel, quien esta mañana felicitó nuevamente al equipo en su conferencia amén de que el día de ayer lo manifestó por medio de sus redes sociales.

Sin embargo, para quienes somos estudiosos del proceso histórico de esta empresa, lamento decirles que lejos de la historia oficial que predica la Sociedad Cooperativa Cruz Azul, los resultados que ahora vemos (positivos y negativos) son consecuencia de su pasado. La victoria del equipo en la Liga Mx y las condiciones de zozobra actuales del corporativo me recuerdan mucho las constantes de las que desde  su fundación dicha empresa ha sido objeto. No es cierto como lo asegura Wikipedia y la Sociedad Cooperativa se fundase en 1881, si bien en ese año los hermanos Gibbon patentaron la piedra artificial (un proto cemento) ello lo hacen a kilómetros de Jasso, en su fábrica de San Fernando, Ciudad de México. Tampoco es cierto que estos hombres fueran británicos del todo, pues formaban parte de la segunda generación de ingleses nacidos en México por lo que lo correcto es llamarlos anglomexicanos su posición acomodada les permitió estar atentos a negocios en la zona de la Comarca Minera en cuya región no tuvieron éxito, fue así como en 1888 crearon la Gibbon y Cía empresa a la que se le concedió la patente de fabricación de piedra artificial por diez años. A partir de ese momento sus ojos miraron hacia el Valle del Mezquital en particular a la región de Tula donde un año antes una empresa local, La Compañía Manufacturera de Cal Hidráulica S.A., se había declarado en quiebra.

En plena efervescencia del Porfiriato y con un capital colocado en los bancos de Londres, los Gibbon constituyen la Mexican Portland Central Company fundada en el corazón de Londres Inglaterra y con base de acción en nuestro país, esta fue el principal artífice para la creación e instalación de Cruz Azul (o Blue Cross uno de los tantos nombres que tuvo su cemento antes de ser  una sociedad cooperativa). La máquina icónica de la que ahora se ha apropiado el equipo corresponde a la importancia del ferrocarril en el  traslado de material y materia prima, y su primer ramal ferroviario data de 1892 cuando se crea la parada Dublán (Jasso) la cual aún se conserva como monumento histórico al interior de la planta de Jasso, este ramal era una conexión directa con la estación  ferroviaria de Buenavista en la Ciudad de México.

La empresa de los Gibbon nunca logró las metas planteadas y para 1894 su compañía se declaró en quiebra, un año después retomaron actividades ahora bajo el nombre de Cementos Buena Vista a partir de entonces su socio y pariente político de apellido Watson  se hace cargo de la gerencia pero no logra ningún contrato significativo. En 1900 se constituye la Compañía Mexicana de Cement Portland, S.A., pero tampoco logra repuntar su producción por lo que tres años después la empresa de los anglomexicanos vuelve a quebrar; gran parte de los continuos fracasos se debieron a que no contaban con la infraestructura adecuada o el personal suficientemente capacitado o buen las condiciones deficientes de las materias primas,  pese a ello firmaban contratos de producción que nunca podían concretar, hecho por el cual la fábrica fue continuamente se declaró en quiebra constituyendo una y otra vez diferentes compañías como medio de subsistencia para evitar ser embargada o hipotecada.

Fue hasta 1909 que la fábrica pasa a manos del político y empresario capitalino Fernando Pimentel y Fagoaga quien la incorporó a la Compañía Bancaria de Fomento y Bienes Raíces. A partir de entonces la producción de Jasso logro lo contratos que fueron responsables de la construcción de varias obras pública en la capital, como de El Palacio de Correos, colonias como La Condesa y El Rastro, así como parte del embanquetado en Tlalpan. Después de finalizada la Revolución mexicana, Cruz Azul Jasso fue una de las principales proveedoras del cemento  en la construcción del Monumento a la Revolución. Sin embargo, durante pleno conflicto armado la fábrica quedo en total desamparo y fue hipotecada por el que sería después el Banco de México; a principios de la década de 1920 no solo fue objeto del motín de revolucionarios sino que sufrió las consecuencias de la influenza española y los pocos trabajadores sobrevivientes quedaron prácticamente custodiando los hornos. Mientras que su empresa rival la Cementera Tolteca estaba en pleno auge aprovechó su posición para arrendar las instalaciones de Jasso con el objetivo a corto plazo de liquidar la planta; no obstante en 1927 inició el proceso de movilización obrera que culminaría con la creación de la cooperativa.

 Curiosamente también en 1927 se creó el Club futbol, la historia de club de este tiene una relación estrecha con el proceso de lucha obrera cooperativista. La consolidación de la empresa cementera y el ascenso del equipo de futbol (su ascenso a primera división en 1964) marcaron toda una época a partir de 1953 año en el que Guillermo Álvarez Macías se hizo cargo del consejo de administración. La bonanza en el futbol y el ensanchamiento en la estructura y diferentes giros al interior de la empresa subieron como la espuma, nuevas instalaciones, escuelas, hospitales, centros comerciales, ropa centros deportivos y de entrenamiento se aglutinaron más allá de Cruz Azul Jasso, su casa matriz; Oaxaca, Puebla, Aguascalientes y una gerencia en la Ciudad de México formaron paulatinamente los diversos brazos operativos de la cooperativa.

Infortunada e irónicamente el hijo de aquel precursor de la grandeza tanto del equipo como de la sociedad cooperativa fue el causante de sus peores males. Billy Álvarez y su camarilla antepusieron sus intereses por encima del beneficio de los trabajadores hecho por el cual la caída inminente y los subcampeonatos (cruzazoleadas) fueron recurrentes. Se trató de solo una estrategia para esconder sus fraudes y desvíos. Pese a la crisis generada por esta situación, el tiempo y mis especulaciones (documentadas) me dan quieran o no la razón. No queda claro quienes tienen verdaderamente el mando actualmente en la sociedad cooperativa, pero quienes quieran que sean están haciendo justicia y trasparencia de todo el corporativo. Esta claro quiénes eran el problema y que no se trataba de una maldición sobrenatural. En hora buena por los obreros, en hora buena por la afición y por el equipo. Buen inicio de semana.