Subestimando a la presidenta
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de febrero de 2019.- En política no hay casualidades, sino causalidades. Dicho de otra manera, la vida no es un accidente regido por el azar, la suerte ni las coincidencias. Por más que nos cueste de ver, cada uno de nosotros recoge lo que siembra.
La hidalguense Carolina Viggiano tiene una carrera política destacada a nivel estatal y nacional, en el sexenio de Osorio Chong fue la única mujer en la terna al senado junto con Omar Fayad y David Penchyna, y también lo fue en la candidatura a la gubernatura junto con Francisco Olvera, Jorge Rojo, Ramón Ramírez y David Penchyna.
Es de las pocas mujeres priistas que se salva de la quema ante la debacle tricolor. El perfil político de la ex Secretaría Jurídica y de Transparencia del CEN del PRI, le permite mantener un saldo positivo ante la opinión publica, a diferencia de otros.
Viggiano Austria es un elemento aglutinante para el tricolor, la posibilidad latente de que forme parte en la terna, junto con Alejandro Moreno “Alito”, Gobernador de Campeche, para relevar la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, le concede de forma plena, la épica de los símbolos. Tan gustada entre los priistas.
La tarea de convocar al cambio desde el interior. Romper con las efigies, dejar atrás las formas parsimoniosas, y desmembrar emblemas, son retos que ya ha superado en otras responsabilidades.
Quienes han tratado con la política hidalguense, coinciden en que le distingue un obsesivo compromiso por el servicio público. Además no ha perdido a lo largo de su prolífica carrera política, la sencillez tan necesaria.
El tricolor necesita cambiar la forma de hacer las cosas, necesita mudar de piel, esculpir de otro modo el vehículo para representar la exigencia de una sociedad cada vez más critica y exigente.
El revolucionario institucional necesita militantes con experiencia, y no tiene tiempo para experimentar. Esta urgido de romper con su imagen actual.
En el lenguaje simbólico no hay política sin relato. Los tiempos han cambiado, y hoy es muy mala política aquella que se queda en pura teatralidad, aquella que se somete al imperio de las apariencias.
Por ello se menciona con insistencia su nombre, Carolina Viggiano tiene fama de dar resultados.
Un buen político hace política en la oportunidad y en la dificultad. La circunstancia nacional con una mayoría morenista es inocultable, pero ante la fragua Lopezobradorista no desentonaría. Viggiano forma parte junto con el Gobernador Omar Fayad y demás hidalguenses, de los que piensan en México desde la unidad y no desde una visión maniquea de divide y vencerás.
Twitter: @David_Tenorio