
Letras Minadas: Paco Olvera, quiere entrar a Morena
PACHUCA, Hgo., 30 de enero de 2019.- El reacomodo de fuerzas políticas en el país tuvo su origen en el desgaste de los gobiernos presidenciales del PRI y el PAN, partidos que en esencia trasmutaban políticos en aristócratas. En Hidalgo el desdibujamiento del Revolucionario Institucional, tuvo las mismas causas y fue precisamente esa clase política que como Gregorio Samsa, el personaje de Kafka se transformo en un empresariado que con su bonanza, punzaba como banderillas al toro, y le enfurecía.
El partido desde su cómoda posición y, una visión pragmática que les llevaba a gran parte, de quienes se dedican a la política a hacer un cálculo costo-beneficio, esperando con ansia el siguiente nombramiento. La falta de compromiso redundo en políticas publicas truncas.
El liderazgo encabezado por el presidente López Obrador atrajo perfiles priistas hacia la órbita de Morena, no importo que carecieran de convicciones o de un compromiso genuino con el bien común.
Iniciado su gobierno, AMLO se ha dedicado a pensar en México desde la unidad y no desde una visión maniquea de buenos y malos. Más aún, desarticulo en cada una de las entidades del país, los intereses de los grupos locales que habían construido un abismo infranqueable con el nuevo gobierno federal.
En política siempre se necesita de los demás, y la unidad es indispensable para lograr la llamada “Cuarta Transformación”. A saber, el trabajo coordinado entre la Presidencia de la República y el partido mayoritario, y la disciplina partidaria no siempre esta en sincronía.
En el estado la relación institucional entre el Coordinador del Congreso Ricardo Batista, y el delegado estatal de Programas para el Desarrollo del Gobierno Federal, Abraham Mendoza hace imprescindible una revisión.
La agenda legislativa se encuentra estancada y en nada abona al impulso de las nuevas políticas publicas federales. Acaso están a la espera de un manotazo por parte del presidente.
Lo que se ve es una falta de coordinación entre los integrantes de Morena y el presidente. Estrategia o no, a propósito o no, la lectura es esa.
Esto nos lleva a recordar que con su voto la ciudadanía otorgo a AMLO con el instrumento a partir del cual, podrá gobernar en favor de las principales demandas sociales, mismas que conformaron su plataforma de campaña. Este instrumento está delineado por la mayoría en el Congreso de la Unión y en un importante número de congresos locales, de manera que, a través de Morena y los gobiernos afines, sea posible crear y aprobar las iniciativas de ley necesarias para cumplir lo prometido.
Debemos no obstante cuidar que Morena no se trasmute en el nuevo partido hegemónico capaz de controlar a la sociedad y filtrar sus demandas en favor del Ejecutivo, ni que se convierta el Poder Legislativo en el “levanta dedos” del presidente, sino en resaltar la importancia del trabajo coordinado entre los tres ordenes de gobierno y el partido que llevó a López Obrador a la Presidencia.
Entenderlo de otra manera, sería un grave error. Una de las características que hicieron del PRI un partido exitoso en términos de ejercicio del poder, fue la disciplina partidaria. La cual debe entenderse no en términos de sujeción abyecta a Morena o a López Obrador, sino cómo adhesión a un mismo Proyecto de Nación, más allá de los intereses personales.
Hoy, la disciplina debe imperar en función del enorme reto que supone atender los principales problemas de Hidalgo y del país, en especial la inseguridad, la corrupción política, y la desigualdad social y hacer frente a los grupos de interés y de presión que harán hasta lo imposible para no perder sus privilegios.