Así no, presidenta
PACHUCA, Hgo., 13 de marzo de 2019.- Entre abogados, se conoce al amparo indirecto como el amparo “buscador”, recurso legal utilizado para conocer si existe una orden de aprehensión ante la sospecha de que exista una investigación. El ciudadano interesado tramita un amparo contra hechos o actos inciertos, ya sea una orden de aprehensión o investigación, con el fin de obligar a la autoridad judicial a revelar si existe o no alguna acción legal contra el solicitante.
Es decir, el juez que conoce del caso debe solicitar a todas las autoridades que se mencionan, informes relacionados con la existencia de investigaciones, averiguaciones previas, solicitudes de comparecencia ministerial o judicial o si hay alguna consignación u orden de aprehensión en contra. Lo que permite de confirmarse, armar una solida estrategia de defensa.
El día de ayer por la tarde corrió como reguero de pólvora en medios nacionales y locales, que el juez décimo de distrito en Materia de Amparo de la CDMX, Patricio Leopoldo Vargas Alarcón otorgo una suspensión provisional que imposibilita a la Fiscalía General de la República (FGR), de existir alguna orden de aprehensión, detener al presidente del patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Gerardo Sosa Castelán.
Esto como consecuencia del congelamiento de una o varias cuentas bancarias, por presunto lavado de dinero, como lo manifestó el titular de Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, Santiago Nieto Castillo.
La noticia ampliamente difundida por diversos medios de comunicación, ha tenido una especial virulencia en las redes sociales. Más allá de la trasparencia a la que esta obligada la Universidad, hay quien afirma que la mano que mece la cuna esta interesada en allanarse el camino a la candidatura a la gubernatura en el 2022 por MORENA. Pretensión bastante lejana e incierta, lo que sí se ha logrado, es el descarrilamiento del proyecto universitario en las filas del novel partido. Circunstancia en la que varios militantes y actuales legisladores ven como una oportunidad para sus propias aspiraciones.
El escándalo ya de magnitudes dantescas, en el marco de su 150 aniversario, ha afectado la imagen de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Institución que ha sido semillera en la formación de exitosos profesionistas que contribuyen con sus conocimientos al desarrollo cultural, social , económico y tecnológico del estado, y de México.
La identidad universitaria, afín a la de ser hidalguenses, no resulta del simple hecho de ser miembros o no de la comunidad universitaria, sino que es consecuencia de un proceso social que implica conocer y compartir los valores, la historia, las tradiciones, los símbolos, las aspiraciones, y el compromiso social con nuestro Estado.
El desenlace de esta mala historia se encuentra en manos de las autoridades competentes, quienes habrán de confirmar o precisar el origen de los recursos. Y de existir responsabilidades, deslindarlas.
En estos tiempos aciagos mi solidaridad con toda la comunidad universitaria.