Ráfagas: Otra más de la CAASIM
Quien no tranza no avanza, reza la conseja popular.
Cuando Francisco Olvera Ruiz nombró a Pablo Pérez Martínez Subsecretario de Finanzas y Administración, asumió el mando como si el Secretario de Educación y el de Finanzas del Estado fueran él. Se sintió superior porque el entonces Gobernador le dio manga ancha para “poner en orden” el área en la que llegaba a hacerse cargo, además de observar la Secretaria de Finanzas, cosa que nunca pudo. Las únicas observaciones hechas sobre el desempeño de esa secretaria fueron hechas por un despacho externo que la audito.
Las diferencias con la entonces secretaria Nuvia Mayorga eran bíblicas y notorias. Al grado de que no lo recibía en audiencia para acordar asuntos relativos al área y en más de una ocasión le hizo esperar hasta horas, para al final no ser recibido. El motivo, confiaba él mismo a sus allegados, eran “unos comentarios falsos” que le atribuían sobre la entonces secretaria, motivo suficiente, aducía para haberse ganado su desprecio.
Altivo, y con el poder en ciernes, cuentan gustaba de citar a actores políticos en su oficina para mostrarles una “lista de apoyos de campaña dónde habían sido excluidos, al no haber sido contemplados por sus jefes políticos”, el objetivo era sembrar el rencor y dividir. Pero confían sus cercanos, se divertía al escucharlos despotricar.
La semana pasada fue detenido e ingresado al Centro de Readaptación Social de la capital hidalguense, por su presunta participación en el desvío de aproximadamente 600 millones de pesos.
En los círculos políticos se especula que habrá de allegarse “al criterio de oportunidad” que la ley le concede, y que podría ser beneficiado, de aportar información que lleve a esclarecer el destino de los recursos por los que es señalado, además de confirmar o desmentir los hechos narrados en la entrevista que concedió y publico el portal “Eje Central”, el siete de mayo del presente año, titulada “Desvió Olvera 2.7 mmdp: la fortuna que hizo a pellizcos”.
Además cada vez con más insistencia, se escucha que el destino de la mayoría del dinero podría haber tenido como paradero diversas cuentas bancarias en Suiza. Por lo que la PGR, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la INTERPOL, la oficina de Administración Federal de Contribuciones (AFC) del gobierno Suizo, y la Fiscalía Federal Suiza estarían interviniendo.
Y rematan, “no es uno solo el beneficiado”, son “muchos los involucrados” que habrán de ser llamados a cuentas.. .