Ráfagas: Voracidad panalista
El presidente Felipe Calderón reconoció en Andrés Manuel López Obrador a “un animal” político, más que al dictadorzuelo que parece ser.
Al igual que Calderón, el sociólogo Roger Bartra advirtió en el presidente de México intentos desesperados por extender su mandato por tiempo indefinido.
Desde nuestro punto de vista, lo que está en juego el domingo 6 de junio es la permanencia del ejecutivo federal como “jefe máximo” del partido gobernante.
Al presidente Obrador le preocupa el desplome de morena si, conforme a las encuestas, no logra una mayoría absoluta en el Congreso de la Unión.
Deje usted a un lado las gubernaturas, la violencia galopante, el desempleo, la migración y la permanente caída de nuestra economía.
Lo que a André Manué interesa son los reflectores y hacer creer al mundo una realidad que solo en su mente existe.
Poco o nada sabe el presidente de los sucesos previos a los comicios federal y, de los estados en los que habrá de renovarse más de 20 mil cargos de elección popular.
Deje le cuento que ante la autoridad electoral, el PAN ratificó su queja contra el presidente Obrador, tanto por meter las manos en el proceso electoral como por no ser imparcial en la lid que se avecina.
Marko Cortés, dirigente del blanquiazul asegura que los ataques de Obrador a la triada aliancista PAN-PRI-PRD parecen no tener fin.
Por si quedara alguna duda, para Cuauhtémoc Cárdenas, líder de la corriente progresista, el de López Obrador no es un gobierno de avanzada sino todo lo contrario.
El hijo de Tata Lázaro exigió al presidente un cambio en la política económica debido a que, en lo que va del sexenio, hay por lo menos 10 millones de mexicanos en extrema pobreza.
El ex gobernador michoacano, ex Jefe de Gobierno del DF y fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ofreció cifras según las cuales la pobreza afecta nada menos que a la mitad de la población nacional.
Cárdenas dejó en claro que sin inversión extranjera y de los particulares nacionales no habrá crecimiento: “a la pura esperanza, la economía no crece”.
En suma, el peligro que corre México el domingo 6 de junio es “que se acentúe el poder autoritario de López Obrador” y morena se convierta en el PRI del siglo pasado.
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