Del dicho al hecho: ¿Cuántos años tienes?

¿Realmente es importante la edad?… ¿O lo que influye es cómo te sientes física y mentalmente? Hay personas para las que la edad es determinante para realizar ciertas actividades y otras que no se limitan a vivir como quieren hacerlo sin importar el número de años que tienen.

Por razones culturales y porque el propio organismo tiene su ritmo, la edad es significativa y si, está ligada a diferentes etapas de la vida, pero, si lo pensamos bien, más allá de la edad cronológica está cómo te sientes contigo, cuanto cuidas tu salud física y mental y cuánto procuras generar calidad en tu vida, y esto incluye disfrutar de la misma.

El tiempo es implacable, no se detiene, aún si por diversas circunstancias hacemos pausas, postergamos o renunciamos a aplicarnos en lo que nos corresponde en el día a día en cada uno de los roles que desempeñamos.

¿Sabes qué es indispensable? Comprender el valor de la vida, del tiempo, de tus prioridades; como: tus vínculos, la pasión por lo que haces, la gratitud por las pequeñas o grandes satisfacciones que aparecen en medio de una cotidianidad que a menudo Te exige cumplir con responsabilidades, obligaciones y pendientes.

La satisfacción que se experimenta ante lo que se ha vivido tiene que ver con el significado que otorgas a lo que ha ocurrido, con tomar del pasado la experiencia, sin amargarse la existencia por lo que no fue o lo que ha terminado, comprendiendo que cada quien ha actuado de acuerdo a los recursos con los que contaba en determinados momentos, aprendiendo más y lamentando menos.

Caminar por la vida esperando resolver el pasado es cómo transitar en sentido contrario, es pretender cambiar a destiempo lo que en realidad se requiere modificar en el presente.

Lo que has vivido es significativo, algunos eventos mucho más que otros, pero, lo que es más importante es el aquí y el ahora, de esto depende en gran medida el futuro.

Por eso, independientemente de cuántos años tienes o de los que te falta por vivir, inicia (si aún no lo tienes) un romance con tu existencia, construye una relación de amor propio, haz lo que le va bien a tu cuerpo, a tu mente y a tus relaciones.

Lo que nos queda de vida no se mide en años sino en retos, proyectos, metas, sueños, amores, pasión, compañía y soledad, compartir y arropar, atardeceres, libros, carcajadas, copas de vino, sentir el viento despeinándonos, el aroma de la tierra mojada, el sonido de la lluvia, besos, abrazos…

Y saber que si algo cambia lo que has vivido te ha hecho inmensamente feliz… Y no, la felicidad NO es sonreír siempre, es más, mucho más profunda, otro día hablamos de felicidad…

¡Feliz vida!

Abrazos

@Lorepatchen