Ráfagas: Tatiana Ángeles, cuentas pendientes
¿Sabes en que consiste el autocuidado? Fortuitamente de unos años a la fecha cada vez se habla más de autoestima, de amor propio.
Hoy constantemente los profesionales de la salud mental exaltamos la importancia de quererse a sí mismo, construir una relación cuidadosa contigo mismo, puesto que esto favorece enormemente tu bienestar físico, mental y relacional.
Lo que ha llevado a una conciencia más elevada sobre el cuidado de la salud, adquiriendo hábitos más saludables: ejercicio, sueño, alimentación…
Y también en cuanto al manejo de estrés, la inteligencia emocional, la relajación y el esparcimiento.
La verdad es que aprender a cuidarse es absolutamente indispensable, nadie, de verdad nadie puede hacer permanentemente por ti lo que te corresponde hacer para mantener e incrementar tu bienestar.
El autocuidado no solo se refiere a lo físico ni a la apariencia de tu cuerpo, abarca otros aspectos igual o más importantes que el cómo te percibes en el espejo,
Es saber elegir hasta tus pensamientos, determinar en qué y cómo dedicas tu energía, lo que permites y el establecer límites en tus relaciones, en pensar bien de ti y entablar un diálogo interno que favorezca la automotivación, disciplina, determinación, constancia y autoconfianza.
Desarrollando un estilo de vida que le brinde mayor calidad a la misma.
En la medida de tus posibilidades, con tus recursos, cuidando bien de ti.
Tanto si en tu familia o en el entorno en donde creciste se fortaleció la idea y la conducta de una vida sana, como si no, hoy como adulta o adulto puedes y requieres cuidarte.
Por supuesto que puede no ser fácil, construir un hábito requiere tiempo y esfuerzo, por eso, lo ideal es que desde edades muy tempranas se fomenten buenos hábitos, si no fue así, va a ser más complejo para ti, más no imposible.
Vale la pena revisar qué y cómo te cuidas cotidianamente,
E implementar un plan de autocuidado:
Emocional: Gestionar adecuadamente tus emociones, validarlas y expresarlas correctamente.
Físicamente: Ejercicio regular, dormir bien, comer saludablemente,
Mental: Pensamiento flexible, proactivo, enfocado en las soluciones.
Autoestima y amor propio: Construir un autoconcepto sano, en donde reconozcas tus cualidades y tus áreas de oportunidad, trabajar en la autoaceptación, dejar de competir con otros y superarte a ti mismo.
¿Has pensado que tanto te cuidas? ¿Qué haces o que te falta para cuidarte constantemente? Reflexionar al respecto puede ser el principio de una idea más clara sobre lo que necesitas para incrementar tu salud en el presente y el futuro.
Y aquí, cabe mencionar que este cuidado es tan importante que los beneficios no sólo se experimentan en el presente sino que elevan las posibilidades de que en los próximos años lo que hayas hecho hoy por ti se manifieste en tu salud y también en el grado de satisfacción que sientas respecto a ti y a tus relaciones.
Puede parecer poco trascendental cuidarte ahora que eres joven y tu organismo se encuentra en óptimas condiciones, sin embargo, precisamente para preservarlo así con el paso del tiempo lo que hagas hoy es casi determinante.
Y lo mismo en lo emocional, registra si sueles engancharte con temas tóxicos, con asuntos triviales que no suman, aléjate de rumores, centra tu atención en lo que te nutre, incluso, por salud mental en ocasiones es conveniente mantener distancia con algunas personas, perdonar y experimentar una gran dosis de gratitud en el día a día.
Disfrutar tu trabajo, descansar, relajarse, reír…
¿Te das cuenta de que el autocuidado es mucho más que verse bien? Es sentirse bien, es quererse lo suficiente para elegir conscientemente lo que aporta al buen estado de tu organismo y de tus relaciones, en primer lugar, la relación que tienes contigo.
Si hoy comienzas a practicar el autocuidado, ¿qué empezarás a hacer por ti?
Abrazos virtuales
@Lorepatchen
Psicoterapia presencial y en línea
Conferencista
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