
Ecos y Huecos Sindicales / Cortes y Bravo
PACHUCA, Hgo., 28 de junio de 2016.- “¿Tienes dos papás?... Mi mamá se llama Bety y la novia de mi papá Ana... Paco es como mi papá, es el esposo de mi mamá...”
Estos son sólo algunos de los nuevos argumentos con los que niños y niñas describen su núcleo familiar, cada vez es menos difícil comprender que cuando la pareja de padres se separan uno de los dos o ambos inicien una nueva relación con una persona distinta y que está termine conviviendo con los hijos e hijas del anterior matrimonio... La respuesta de los niños tiene que ver por supuesto, con la reacción de los padres ante la misma, si papá está de acuerdo con la nueva pareja de mamá, o mamá no tiene problema con la de papá, es menos complicado que los menores procesen los cambios en el escenario familiar.
E igual si hay conflicto entre los adultos esto dificulta la aceptación y adaptación del nuevo sistema familiar, pero, ¿cómo hacer que los hijos acepten a las nuevas parejas de sus padres?... Y sobre todo ¿cómo mantener un ambiente familiar sano y seguro para los menores?
Mujeres y hombres divorciados tienen el derecho a volver a establecerse en una relación de pareja en el momento que deseen hacerlo, sólo que cuando se es padre o madre es importante revisar y poner atención al lugar que se les designa a los hijos, porque de esto dependerá por supuesto, el trato y lugar que sabrán otros que se espera para ellos, tú le das el lugar a cada persona en tu vida y cada una debe saber que el lugar de otros no le resta espacio.
Son los adultos, no los niños quienes deben facilitar los cambios, quienes deben buscar que la adaptación sea gradual y que el nuevo ambiente familiar sea seguro y sano para los menores. Odiar a la nueva pareja de tu ex pareja y poner a tus hijos en contra los lastima más a ellos que a ti, no superar la separación o pretender que esta no sucedió posterga la posibilidad de rehacer tu vida, afectando con esto también a tus hijos.
Las nueva pareja de papá o de mamá debe ser cuidadosa y madura, no insistir ni forzar en ganarse de la noche a la mañana la confianza o el amor de los niños.
La relación de pareja es un vínculo que debe cuidarse, que de hecho es más frágil que el vínculo entre padres e hijos, pero, por ningún motivo debe descuidarse el bienestar y la integridad física y mental de los niños.
Los padres tienen derecho a rehacer su vida, por supuesto que si y los niños tienen derecho a seguir disfrutando de la seguridad y el amor de una familia en la que aprendan además a relacionarse y amar saludablemente.
@Lorepatchen
Psicoterapia y Coaching
Entre Géneros, jueves 8 PM por 98.1 FM