Ráfagas: Tatiana Ángeles, cuentas pendientes
El Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) organismo público descentralizado de municipio de Pachuca, constituido hace casi 10 años (16 de julio del 2001, decreto modificado en el 2018), parece que ya está sentenciada su pronta extinción con la llegada de los nuevos tomadores de decisiones de la Casa Rul.
Y es que en pasados proyectos de orden del día, se tenía contemplada la discusión de su posible extinción. La justificación radica en racionalidad administrativa y presupuestaria.
Empero importante señalar que, en la pasada administración (2016-2020) el IMIP junto con los demás ODP (6 en total que tiene el municipio) representaban cerca de 20 millones de pesos en la cuenta fiscal (cerca del 5 por ciento del presupuesto total municipal), tan sólo el Instituto Municipal del Deporte concentró cerca de 6 millones de pesos, en el otro extremo con cerca de 2 millones de pesos el Instituto Municipal para la Juventud, y el IMPI 3 millones de pesos anuales (con el presupuesto modificado/vigente en Diciembre del 2020, la variación es muy cercana: cerca más/menos10 por ciento).
Peor aún, ponderando el espíritu que persigue el IMIP: investigación y planeación urbana para la ciudad capital (según el propio decreto de creación y el modificado), y teniendo como aliciente el Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Pachuca y el Programa Municipal de Ordenamiento Territorial (ambos presentados en el segundo semestre del 2020, tardada su divulgación por trabas administrativas según la administración en turno), así como los proyecto/incidencias vigentes (movilidad peatonal y vulnerabilidad en los barrios altos), quizás existan los criterios base necesario para no reinventar los imaginarios y los futuros de la ciudad capital.
Más que liquidar al IMIP es necearía su fortalecimiento, necesario nodos participativos de consulta para los diferentes actores discutiendo la ciudad (ya somos cerca de 300 mil pachuqueños, nodo urbano dominante de la entidad).