(W) Ecos Sindicales: Operación Panal
El Creador en México
El pasado domingo se celebró el “Día Internacional de los Pueblos Indígenas”, en diciembre de 1994 en Asamblea General de ONU (Organización de las Naciones Unidas) con la finalidad de visibilizar, de marcar agenda, se decidió establecer el día 9 de agosto para cubrir las deudas crecientes con este importante sector universal, generar información, concientizar y divulgar sobre nuestros pueblos.
Información publicada por la ONU, afirma que más del 86% de las personas indígenas de todo el mundo, trabajan en la economía informal contra el 66% de las personas no indígenas, el 47% de todas las personas indígenas que trabajan no tienen educación, la población considerada no indígena alcanza un 17 por ciento, brecha aún mayor en el caso de las mujeres.
En el año 2022 comienza el decenio de las lenguas indígenas, con grandes retos y riesgos como el de desaparecer al menos el 40% de las 7000 lenguas utilizadas en todo el mundo; vulnerables pues no se enseñan en las escuelas, no son visibles.
En México la población indígena forma parte según cifras oficiales entre el 7 y 8 por ciento de la población, me atrevo a afirmar que esta cifra que refiere la ONU en donde afirma que el 86% de esta población se encuentra en la economía informal en nuestro país es superior, para fines prácticos usemos esta referencia, el año que viene el INEGI publicará las actualizadas del CENSO de este año.
Sin pena ni gloria el pasado domingo no hubo un anuncio que hablara de nuestros creadores indígenas, de la accesibilidad a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, a la emergencia sanitaria que se vive, la brecha enorme de rezago económico, justicia social, cultural, de reconocimiento, de violencia contra las mujeres, el abuso de las autoridades por su condición y vulnerabilidad.
Solo han estado en el imaginario colectivo de las campañas de todos los actores políticos actuales, presentes y no lo veo en las agendas de los futuros, la tragedia que viven muchos miembros de estas comunidades al no poder vender sus productos artesanales, al tener una baja presencia turística los esta haciendo vivir momentos complejos, duros, aunque vaya, están acostumbrados a esta indiferencia y siguen allí, seguirán esperando, los que siempre dan la cara por México, por el mundo.
Si algo hay que celebrar el próximo grito es un gran mensaje, saberlos nuestros, de todas y todos no solo una arenga que en fines prácticos los abandone más, pues entre más los refieren más solos los dejamos.