Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Twitter: @OswaldoRamirezG
Desde la tarde de ayer México y el mundo entero han mostrado lo peor o lo mejor en relación a los acontecimientos una noticia reciente; las muestras de apoyo y solidaridad no cesan en todas las redes sociales, radio, prensa y televisión… La noticia de que el presidente Andrés Manuel tendrá hoy una llamada con su homólogo ruso Vladimir Putin para negociar el envío de vacunas sputnik a nuestro país, pasó a segundo término cuando se dio a conocer por un mensaje en su twitter personal que afirma que salió positivo en Covid-19. Pese a que se asegura que los síntomas son leves, las muestras de preocupación por el restablecimiento de su salud han sobrepasado fronteras, incluso con asombro las muestras sobrias de apoyo, han venido de personajes irreconciliables con el mandatario, como el ex Presidente Calderón y Enrique Peña Nieto, además de múltiples funcionarios y gobernadores de la república. Difícilmente creeremos que dichos mensajes son sinceros, sin embargo el trámite que apela a la unidad y concordia ante esta situación les suma puntos y les resta controversias.
No obstante, también está el lado miserable y visceral fuera de toda máscara, el cual a través de memes y mensajes de odio augura lo peor para el mandatario. Propios y extraños se mofan del acontecimiento, de manera sarcástica e recuerdan aquellas palabras que en alguna conferencia mañanera pasada el residente dijo sobre que el “covid solo le daba a los corruptos”, así como esa épica respuesta al principio de la contingencia en la que sacó una estampita religiosa para hacer alusión que estaba por demás cuidado. Palabras más, palabras menos, quizás para aquellos carroñeros que se oponen a su gobierno como un ejercicio de odio esta bien, pero no para un momento en el que la salud de dicho mandatario puede estar en juego y con ello la estabilidad sociopolítica y económica de todo el país; razón por demás que incluso sus adversarios políticos trasmitieran un mensaje deseando su pronta recuperación.
Por ello y no por otra cosa, la diplomacia y buenas maneras aun entre adversarios políticos prima en este momento, independientemente los sesgos de cada uno, más aun cuando apenas a mitad de la semana pasada un insufrible y extraño tuitero snob incitaba el asesinato del presidente. Sobra decir que a este tipo no le fue nada bien después de estas declaraciones, al igual que a muchos que desde ayer incitan al odio y la división; la salud de nuestro huey tlatoani es cosa seria, es un asunto de estado, las controversias en torno a sus declaraciones y su carácter son cosa aparte, quizás lo que se debería de cuestionar en este momento y reflexionar a manera de lección es ¿Acaso el presidente cumplió su palabra y no se vacuno sino hasta que le toque? Ello reafirmaría el supuesto compromiso que tiene en respetar los protocolos para la ejecución de vacuna según los planes propuestos por la Secretaria de Salud, pero también preocupa saber el grado de desprendimiento que como mandatario puede tener en pro del pueblo, no por egoísmo sino por lo indispensable que es que se aplicara la vacuna a la brevedad y evitar etas preocupansas.
Cabe señalar que la figura de Andrés Manuel López Obrador no solo significa una coyuntura en la política que la historia aún está por escribir. Nos guste o no es un líder que le infunde aliento y esperanza no solo a su electorado y simpatizantes (aun con todo y lo desencantado de algunos), es un referente moral para otras latitudes; Bolivia, Argentina, Ecuador, Brasil, Perú o El Salvador le han elevado al carácter de líder latinoamericanista, este título no es gratuito, sus gestiones en relación a los grupos de migrantes, el asilo a Evo Morales, ex presidente boliviano en pleno ebullición social de su país, así como los lazos de cooperación que ha mantenido cordialmente con gran parte de los países de centro y Sudamérica le han ganado el respeto y la idealización, en un momento en el que un Lula, un Correa, un Castro o un Chávez ya no están.
Y no, no se trata de volverse de la noche a la mañana amlover, sino de revisar el proceso por el cual el impacto de su salud ha generado tanta preocupación; pues que se podrá o no estar de acuerdo con la 4T, pero siendo crudos no existe hombre que tenga semejante liderazgo, ni dentro ni fuera de su gobierno. En pocas palabras y aunque suene irónico e insistente con mi anacronismo pero en tan poco tiempo Andrés Manuel se ha vuelto en un hombre imprescindible casi a la misma altura que la de Don Porfirio Díaz en su momento; hoy no vivimos en una gerontocracia como la del susodicho general, pero sí en cambio en un estado frágil a pesar de los esfuerzos de algunos de los miembros de este gobierno. La situación se agrava con problemas aún pendientes como lo son la inseguridad, la crisis económica, la renuente corrupción en los diferentes niveles de la política y peor aún con un proyecto de vacunación y contención de la pandemia que apenas comienza.
Lo anterior se suma a las razones para preocupare con la relación de la nueva gerencia de Washington, la cual pese a las expectativas contradicciones no promete sino pan con lo mismo. Pero tampoco era de esperarse algo diferente, la naturaleza imperialista solo cambia de matices pero es la misma sin importar si son demócratas o republicanos los que están al mando. Tampoco es que Biden esté pensando mucho en Latinoamérica por mucho que los fachos de este país y los conservadores de otras latitudes pregonen asegurando que ahora sí Joey sacará a Maduro de Venezuela y que evitara que el comunista Petro llegue al poder en Colombia. Con esto no sé qué me da más pena ajena si los que desean la muerte al presidente de México o los que creen que Biden es la salvación para todos sus males.
Estas danzas de lo absurdo son las mismas con las que la derecha mexicana festejó al punto de celebrar las injurias en el New York Times la semana pasada en las cuales se refiere que” Andrés Manuel es un perro rabioso”, ¡vaya pues! ¿Un perro rabioso? ¡Qué raro! Un perro rabioso al que incluso Biden copia algunos esquemas, como sus mañaneras, por ejemplo. Pero tampoco hay que tragarnos el cuento de que porque canceló el muro fronterizo cesarán las intervenciones e intentonas por parte de Estados Unidos. En este juego e ironías y del reino del revés igual se extrañe de manera socarrona y ocasional la pedantería de hacer política de Trump, en su lugar tendremos ahora el maniqueísmo de Biden cuyo gobierno a notar por algunos miembros de su gabinete parece más una reelección de Obama, sin importar que tan sentidos sean sus discursos incluyentes de unidad y que cuente con una vicepresidenta mujer, por primera vez en la historia de su país. Pero bueno, quizás aún quede más tela de donde cortar tanto del despojo que se le achacaron a Trump como de la lavada de piso que intentará hacer Biden.
Sirva finalizar este texto con la desmonopolización de la frase “Dios Bendiga América”, en alusión al mensaje de toma de protesta del mandatario estadounidense el miércoles pasado, y agregar un “Dios Bendiga México”, no solo porque geográficamente también es parte de Norteamérica y América es desde Alaska hasta la Patagonia, no solo el susodicho país vecino del norte. Sea pues que los dimes y diretes de las vacunas se vayan arreglando en la marcha, una plegaria por México, una plegaria por América, no solo la de los vecinos del norte, también la de nuestros hermanos bolivarianos de la Patria Grande. Fuerza y entereza que aun con algunos las prisas e inexactitudes de Olguita Cordero, vaya que extrañaremos unos días las notas y anécdotas del presidente por las mañanas…
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.