
Ráfagas: Olivares, el desgaste
PACHUCA, Hgo; 9 de junio de 2025.-El Arte siempre ha sido un poderoso vehículo para difundir ideas, emociones y cambios sociales. Desde la prehistoria y sus pinturas rupestres hasta las exposiciones contemporáneas en galerías y museos, el arte contribuye constantemente para definir y construir nuevas formas de entender el mundo. Invertir en arte apoyando a artistas emergentes de calidad no solo es un tema ornamental o estético, es una inversión fundamental en cultura y a su vez en una sociedad que genera economía, el arte de verdad no es un hobby como mucha gente lo piensa, por ello nunca muere, se actualiza y evoluciona.
Invertir en arte, da continuidad a la preservación de un legado para el futuro. Los artistas de hoy crean el patrimonio cultural del mañana, su obra tiene el potencial de definir nuevas tendencias y movimientos que nos ayudan a entender el mundo.
Apoyar el arte también impulsa la diversidad cultural. En un mundo globalizado en donde las culturas tienden a desaparecer por influencias comerciales, el arte independiente y local se convierte en un acto auténtico de resistencia.
A lo largo de la historia, el arte también ha servido para apoyar causas sociales, desafiando y promoviendo la reflexión como un catalizador fundamental de cambio.
La industria del arte no solo es un sector cultural, también es un gran motor económico. El mercado del arte tiene la capacidad de generar miles de millones de dólares cada año y a su vez emplea a millones de personas en todo el mundo. Desde galerías y museos hasta subastas con causa, desde críticos y curadores hasta restauradores, el arte crea un sistema de oportunidades económicas que benefician a múltiples sectores, además tiene la virtud de resistir guerras, pandemias y desastres en general, históricamente, siempre se levanta y también tiene la nobleza y la capacidad de ayudar a la sociedad vulnerable y proteger al medio ambiente.
Los artistas emergentes son fundamentales, pues al invertir en sus obras, se fomenta la creación de nuevos empleos y se extiende el mercado del arte, al mismo tiempo, las obras de artistas jóvenes suelen ser más accesibles económicamente, lo que permite generar nuevas colecciones mientras se apoya su crecimiento profesional. Se tiene acceso a obras únicas y auténticas que tienen potencial de revalorización, aunque no es el único motivo para invertir, las obras de artistas emergentes con trayectoria sólida pueden aumentar su valor significativamente con el tiempo, convirtiéndose en activos de valor.
Invertir en arte no siempre implica una gran inversión económica. Hay múltiples maneras de fomentar el crecimiento de los artistas emergentes y contribuir a su desarrollo profesional, como asistir a inauguraciones, subastas, ferias y festivales para conocer y conectar.
También financiar proyectos artísticos o participar en programas de residencias para artistas.
Invertir en arte y apoyar a artistas va más allá de todo, es un compromiso con el desarrollo cultural y social de nuestra entidad. Los artistas emergentes son los pioneros de nuevas formas de expresión, son los agentes de cambio en nuestra sociedad y los constructores del patrimonio cultural del futuro.
Con la inversión en arte, se construye una plataforma de identidad, de ideas auténticas y únicas, mensajes reflexivos y una visión restaurada de lo que fuimos, de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser. Apoyar el arte es ayudar a la humanidad y todo lo que conlleva.