Ráfagas: Molestia vecinal en Pachuca
CIUDAD DE MÉXICO, 17 de diciembre de 2018.- Mucho hemos escrito respecto a la visión que la sociedad mexicana en general tiene de sus hermanos migrantes, principalmente de quienes han buscado opciones en el vecino país del norte. Cierto es que la mayor parte de este grupo poblacional mexicano es quien tuvo menor acceso a preparación académica y oportunidades de desarrollo en su patria, generalmente por circunstancias fuera de su alcance.
Sin embargo eso no ha sido limitante para que en su calidad de migrantes, muchos de ellos, millones, hayan logrado al menos cierto grado de éxito personal, profesional y humano. Paisanos que habiendo cruzado tan solo con su morral conteniendo un par de cambios de ropa y un costal repleto de ilusiones, ánimo y férrea voluntad, logran avances,metas y conquistas que ni ellos mismos hubieran imaginado.
Me refiero sin duda a los que como parte del llamado “Sueño Americano”, logran dar a sus familias en ambos lados de la frontera, sustento, formación, nuevos horizontes y la visión de que en realidad los límites están en el cielo. Ejemplos hay muchos y es importante y justo el reconocerle a los migrantes en su conjunto estos logros yen lo personal, felicitar a quienes en su andar por tierras fértiles pero también muchas veces hostiles, consagran sus esfuerzos en pro de los suyos y combaten los flagelos que agobian a su comunidad.
Es el caso de muchos migrantes amigos y compañeros de lucha quienes se destacan por su entrega y activismo. En especial esta ocasión es hoy un gusto hacer pública la investidura de que fue objeto nuestra paisana hidalguense Silvia Marín Sierra, adquiriendo el grado de DOCTORADO HONORIS CAUSA por parte del Claustro Doctoral Iberoamericano, en una ceremonia solemne, realizada en las instalaciones de Ciudad Universitaria de la UNAM en la CDMX el pasado viernes 14 de diciembre de 2018, misma que tuve oportunidad de atestiguar.
A continuación me permito reproducir una parte del discurso que preparó para ese evento, la hoy Doctora Silvia Marín Sierra:
““Al aceptar con humildad esta investidura, quisiera hacer una reflexión sobre las circunstancias que me han traído hasta este podio. Siempre he pensado que cada suceso en la vida va hilvanando personas, hechos y lugares, que de manera inherente crean sinergias maravillosas.
La primera jornada de esta aventura personal inició con mi llegada como migrante a Estados Unidos hace casi dos décadas. Este hecho marcó un camino lleno de retos y vicisitudes que al final, se transformaron en un movimiento edificante.
Como pionera y fundadora del primer Club de Hidalguenses en California, congregué a un grupo de connacionales, con la finalidad de brindar un espacio de apoyo a los migrantes mexicanos en Estados Unidos. Esa asociación tuvo un gran éxito y un efecto multiplicador. Ahora son más de 60 los clubes que posteriormente afiliamos al Consejo de Federaciones Mexicanas en Norteamérica, conocido como COFEM, que reúne a más de 50 mil connacionales migrantes en Estados Unidos y que también he tenido el honor de presidir.
Ante esta coyuntura, me consagré al activismo para impulsar obras de desarrollo social en áreas rurales como construcción y equipamiento de escuelas, clínicas de salud, asilos, centros de rehabilitación, sistemas de agua potable y muchas otras obras que a la fecha suman más de 650 proyectos concluidos, en beneficio de las comunidades de origen en México de nuestros migrantes.
Como Presidenta de COFEM, también tuve el honor de trabajar en pro de la Reforma Migratoria de Estados Unidos y en la promoción de leyes y políticas migratorias a favor de los migrantes mexicanos. Gran parte de este trabajo social se dedica igualmente a la promoción de la educación, la cultural, la legalidad, la salud y el deporte entre nuestra comunidad mexicana al otro lado de la frontera.
Como todos lo hemos visto, uno de los mayores desafíos que enfrenta el mundo de hoy es el fenómeno de las migraciones. Hemos visto grupos multitudinarios migrando de sur a norte y rostros de mujeres, hombres y niños asidos de una esperanza. Escuchamos innumerables historias en los medios que los colocan en el imaginario colectivo. Por todas partes se leen opiniones encontradas y reservas acerca de los migrantes. Pero lo más importante es que cada persona que se desplaza de su terruño va en busca de un sueño y es protagonista de hechos extraordinarios.
Este fue el hito que detonó en mí la necesidad deservir a la sociedad migrante y así, germinó la convicción de que al mover engranes pequeños, es posible empujar grandes murallas y mejorar las vidas delos que dejan su tierra en busca de un anhelo. Esta tarea nunca se acaba; En palabras de Henry Ford, “llegar juntos es el principio; mantenerse juntos es el progreso; trabajar juntos es el éxito”.””
Enhorabuena compañera Silvia, los migrantes hidalguenses reconocemos tu entrega, esfuerzo, pasión y dedicación por nuestra causa. ¡Sigamos adelante!