
Ráfagas: ¡Cayó!
La radicalización de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) vuelve a poner en escena un viejo y elocuente refrán: “Cría cuervos y te sacarán los ojos.” Esta organización, que a decir de diversos analistas oscila entre demandas legítimas, pretensiones imposibles y exigencias al margen del marco jurídico, ha intensificado su presión política a través de bloqueos en casetas de peaje, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), y hasta hace unos días con la amenaza de sabotear la elección del Poder Judicial programada para el próximo domingo.
Sin embargo, lo más alarmante no son los trastornos logísticos o los daños económicos, sino el hecho de que miles de estudiantes han quedado sin clases, una situación que contradice la esencia misma de la profesión. Es como si los médicos alzaran la voz y entre sus acciones dejaran morir a sus pacientes…
En un giro inesperado, la presidenta Claudia Sheinbaum canceló de forma definitiva un encuentro previamente agendado con los dirigentes de la CNTE, lo que ha sido interpretado como una forma de sanción política ante los excesos de la movilización, aunque ella misma declaró que la habían dejado plantada. Esta declaración devela que la CNTE, más que buscar una solución pretende alargar el conflicto.
No obstante, esta reacción plantea una pregunta inquietante: ¿por qué una organización nacida bajo los ideales de la izquierda arremete ahora con tanta virulencia contra una presidenta que proviene del mismo espectro ideológico?
La respuesta, quizá, se encuentre en la dinámica interna de la propia izquierda mexicana, donde las múltiples tribus que la conforman suelen chocar entre sí. El fuego amigo no es novedad en este terreno, y este episodio podría desembocar en la caída de algún alto funcionario como consecuencia del desgaste.
Y hablando de caídas —o mejor dicho, de cabezas—, hay un pasaje bíblico que ilustra con crudeza el peso de las promesas. Durante el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó ante él y lo complació de tal manera que el rey le ofreció cualquier cosa que pidiera. Instigada por su madre, la joven exigió la cabeza de Juan el Bautista. Herodes, aunque consternado, cumplió su palabra. El relato deja entrever una enseñanza fundamental: la palabra empeñada, por dolorosa que sea, puede volverse ineludible.
La CNTE reclama, precisamente, el cumplimiento de la promesa hecha por Claudia Sheinbaum en campaña. ¿Cómo sortear este dilema político?
Un antecedente inmediato se encuentra en el caso de Andrés Manuel López Obrador, quien en su momento encabezó una resistencia civil para que los tabasqueños no pagaran la luz. Ya en la presidencia, ofreció un borrón y cuenta nueva para los deudores de su estado natal, sin extender el beneficio a otras entidades.
Claudia podría optar por una salida similar: cumplir su palabra exclusivamente con el magisterio, aunque ello implique un trato desigual respecto a otros trabajadores del Estado. Una decisión así no estaría exenta de críticas, pero resolvería el conflicto de manera pragmática.
El momento es decisivo. El gobierno intentará destrabar el conflicto antes del domingo. Lo que está en juego no es sólo el control de un gremio históricamente complejo, sino la credibilidad de una presidenta que aún está construyendo su narrativa de gobierno.
Retazo con Hueso-
No es lo mismo ser borracho que cantinero